jueves. 28.03.2024
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Hace pocos días, activistas de Greenpeace han accedido pacíficamente al complejo industrial de explotación de cerdos que Cefusa, del Grupo Fuertes, tiene en Hellín (Albacete) para exigir una moratoria estatal inmediata a la ganadería industrial y la reducción de la cabaña ganadera por su impacto en el cambio climático, la deforestación y la contaminación del aire, suelos y agua, así como para reclamar mayor bienestar animal. Los activistas llevaban pancartas con los mensajes “La carne industrial contamina”, “#PlanetaEnCarneViva” y “Stop ganadería industrial”.

Además handesplegado una pancarta junto a las balsas donde se acumulan la gran mayoría de los excrementos de los animales para visibilizar su extraordinaria dimensión (cerca de 130.000 m2, el tamaño equivalente a más de 120 piscinas olímpicas), mientras que otro equipo se ha subido al tejado de una de las naves para pintar el lema “Planeta en carne viva” y poner de manifiesto que la ganadería industrial está destruyendo el planeta.

Los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en España muestran que uno de los sectores que incrementó sus emisiones es el de la ganadería, con un 1,4% más que en 2017 y en particular debido a la gestión de los excrementos de los animales donde las emisiones suben un 2,4%. Además, desde 1990 se incrementaron en un 10% las emisiones de la ganadería y es la responsable del 67% de las emisiones del sector agrícola. Las peores consecuencias del cambio climático sólo se van a poder evitar si se reducen las emisiones de todos los sectores.

El complejo industrial de Cefusa, en Hellín (Albacete), está compuesto por 12 núcleos con una capacidad para unos 150.000 animales. La finca donde están las explotaciones tiene una concesión de la Confederación Hidrográfica del Segura para poder utilizar hasta 1.435.225 m3 de agua al año, lo mismo que consumen casi 29.000 personas al año. La ingente cantidad de excrementos producida queda patente por el número y tamaño de las balsas que tiene el complejo industrial, sin parangón en el resto de España.



Se trata de la macrogranja de porcino más contaminante de España y emite una tercera parte del amoniaco que la fábrica de productos químicos de Solvay en Torrelavega, la más contaminante de España, y más que cualquier refinería de petróleo, planta de tratamiento de residuos peligrosos o fábrica de fertilizantes sintéticos de España. Además, según el mismo Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes se puede constatar que este complejo industrial de Cefusa es también la explotación ganadera más contaminante en cuanto a emisiones de metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO2.

Cefusa es la “principal suministradora de ganado a la empresa cárnica del Grupo Fuertes, ElPozo Alimentación”, tal como se puede leer en la página web del grupo empresarial, y tiene al menos 21 explotaciones que, por sus dimensiones, están obligadas a declarar sus emisiones contaminantes.



Con esta acción, reclaman a las autoridades competentes que pongan al medio ambiente y la salud de las personas en el centro de sus prioridades, no permitan la construcción de ninguna otra explotación de ganadería intensiva, desarrollen un plan para reducir la cabaña ganadera a al menos la mitad hasta 2030 y que permita a la vez la transición hacia un modelo de ganadería sostenible, veten la importación de soja y otras materias primas procedentes de zonas deforestadas y fomenten la adopción de la “dieta de salud planetaria”.

Los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en España muestran que uno de los sectores que incrementó sus emisiones es el de la ganadería.

Fuente: Greenpeace 

Greenpeace entra en la macrogranja de porcino más contaminante de España