martes. 23.04.2024
Protesta de activistas de Greenpeace en el Puerto de Bilbao. (Foto: Greenpeace)

Las empresas energéticas rusas Gazprom, Lukoil y Rosatom, estrechamente ligadas al Kremlin, “maniobraron en Bruselas para influir en la inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la taxonomía de inversiones sostenibles de la UE”, según una nueva investigación de Greenpeace Francia.

Las empresas rusas de gas fósil y nucleares podrían ganar miles de millones más gracias a la etiqueta ‘verde’ de la UE y daría al Gobierno ruso un mayor poder de negociación sobre la UE y más dinero para alimentar la guerra en Ucrania librada por Vladimir Putin, denuncia la organización.

Según Greenpeace, dichas empresas actuaron como auténticos lobbies, manteniendo reuniones con comisarios y altos funcionarios de la UE, directamente o a través de filiales y grupos de presión: al menos 18 veces desde que la Comisión Europea publicó su plan de acción sobre financiación sostenible, en marzo de 2018.

Con la etiqueta ‘verde’, Rusia podría ganar 4.000 millones de euros más al año con una expansión de la capacidad de comercio de gas, lo que supondría un total de 32.000 millones de euros para 2030, mientras que la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía permitiría a Rosatom, una empresa estatal rusa de energía nuclear con fuertes vínculos comerciales con la industria nuclear europea, asegurarse una parte de una inversión potencial estimada de 500.000 millones de euros en nueva capacidad nuclear de la UE, asegura la organización ecologista.

"Ahora que la Comisión Europea se prepara para desvelar su plan RePowerEU para liberarse de la dependencia energética rusa, rechazar la entrada del gas y la energía nuclear en la taxonomía es una medida obvia que los eurodiputados pueden tomar para demostrar de forma decisiva a Putin que ha excluido a Rusia del futuro energético de Europa", ha dicho la responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Greenpeace en la UE, Ariadna Rodrigo.

Rusia suministra actualmente el 45% del gas de Europa y el 20% de su uranio enriquecido. Rusia también presta servicios de mantenimiento técnico en 18 centrales nucleares de diseño ruso en la UE, la mayoría en Europa central y oriental, y almacena grandes cantidades de residuos radiactivos de la UE, incluidos los producidos en países como Francia, Alemania y Bulgaria, según los datos aportados por Greenpeace.

Hasta la fecha, las importaciones de gas fósil, turbinas de gas, uranio y otros servicios nucleares rusos han estado exentos de las sanciones impuestas por la UE a Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania. La Comisión Europea ha propuesto prohibir a las empresas rusas que contraten en el futuro a empresas de lobby y de relaciones públicas de la UE, pero esto aún no ha sido aprobado por los gobiernos de la UE.

Los autores de la investigación comparan el entramado de influencias con matrioskas, las clásicas muñecas rusas, para ilustrar que estas empresas se escondían dentro de otras para operar.

Utilizando los datos del registro de transparencia de la UE y otras fuentes abiertas, el informe documenta el uso por parte de las tres empresas de técnicas de lobby de "muñeca rusa" para influir en la taxonomía de la UE a través de filiales, empresas conjuntas y asociaciones industriales.

Informe de Greenpeace [Ver enlace]

Denuncian presiones en Bruselas de empresas energéticas ligadas al Kremlin