martes. 23.04.2024
CÓMO JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE

Webs católicas salen en defensa de la iglesia ante la avalancha de casos de abusos

Coincidiendo con la llegada a España del escándalo por los abusos de sacerdotes a menores a través de la figura de José Ángel Arregi, religioso de San Viator detenido en Chile, se ha acelerado la contraofensiva de los que atribuyen el eco periodístico de estos casos a una campaña orquestada contra la iglesia católica.
> PILAR REGO: La responsabilidad de los Ratzinger en la pederastia eclesial
NUEVATRIBUNA.ES - 17.3.2010

"De los 210.000 casos de abusos sexuales denunciados en Alemania, 94 afectan a la Iglesia, el 0,004%", puede leerse en una web titulada ReligionenLibertad.com que pretende salir al paso de la avalancha de acusaciones desde buena parte de la prensa internacional contra la Iglesia católica. ¿La excusa? El asunto de los abusos sexuales. Una de las polémicas más virulentas se está produciendo en Alemania, cuna de Benedicto XVI, y las críticas se centran casi exclusivamente en la esfera de lo católico. La web cita al vaticanólogo Luigi Accattoli y al corresponsal de Aceprensa en Roma, Diego Contreras, para concluir que aunque un solo caso ya es demasiado (...) es preciso reconocer que –a juzgar por los titulares de prensa de estos días–, se diría que la gran bestia negra es la Iglesia católica y sus depravados ministros.

Religión en Libertad argumenta que el mundo de los periodistas apoya espontáneamente la ´revolución sexual´ pero sin embargo muestra una mayor resistencia a aceptarla cuando se habla del clero católico, de aquí el ímpetu con el que da difusión a los casos que se producen entre sus miembros y se remite al diario La Razón, que considera que la Prensa internacional presenta los casos de abusos sexuales en el clero de forma distinta que en cualquier otro colectivo. Cada año hay un ramillete de profesores seglares condenados por abusos con menores y nadie pide al Ministro de Educación que comparezca ante los medios y prometa erradicar un problema que según un estudio muy citado por las asociaciones especializadas (del doctor Félix López, encargado por el Ministerio de Asuntos Sociales en 1994) afecta a un 23 por ciento de las niñas y un 10 por ciento de los niños. Asimismo, y bajo el epígrafe "Tergiversaciones", sigue citando al periódico para afirmar que el informe Ryan de Irlanda, sobre antiguos correccionales, hablaba de miles de ‘abusos’, palabra que en inglés incluye los golpes y los insultos, no necesariamente la vejación sexual.

La contraofensiva contra los miles de casos que, efectivamente, se están destapando en todo el mundo sobre abusos de sacerdotes a menores que tenían a su cargo (ya fuera en centros de acogida, en colegios, como miembros del coro de su iglesia o como monaguillos) coincide con la llegada a España del escándalo. Tras las denuncias que han salpicado al clero de EEUU, Irlanda, Austria, Holanda, Suiza y Alemania, han saltado a la prensa las actividades de José Ángel Arregi, religioso de San Viator detenido en Chile desde agosto de 2009. Inicialmente, se le acusó de tenencia de pornografía infantil y más adelante se han añadido tocamientos, masturbaciones, agresiones físicas y penetraciones con objetos contra al menos una quincena de chicos de entre 12 y 14 años en los colegios que tiene la congregación en Madrid, Vitoria y Basauri (Vizcaya).

Pero lo que realmente parece haber tocado la fibra sensible de la iglesia católica es que se haya implicado al Papa Ratzinger, a través de su hermano Georg, en uno de los escándalos que han estallado en Alemania. Georg Ratzinger ha negado cualquier implicación en abusos sexuales pero sí ha admitido haber dado algún que otro sopapo a los menores que tenía a su cuidado ante de que la ley declarara punibles ese tipo de prácticas.

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