viernes. 29.03.2024

Según la “Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares, TIC-H 2017”, llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística, un 25% de los niños de diez años ya tiene móvil. A los once, el porcentaje sube al 45,2%, y a los doce al 75%. Con trece años, ocho de cada diez ya lo tiene. A los catorce, un 92,8% de los adolescentes. ¿Cómo lograr de nuestras hijas e hijos un uso responsable de la tecnología?

Desde la plataforma de contenidos educativos Gestionando Hijos se ofrecen varias claves para lograr es uso responsable y positivo... que a veces parece muy difícil, si no imposible.

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(Foto: Luke Porter / Unsplash)

1.- Decidir a qué edad pueden tener móvil

Los expertos recomiendan no regalar móviles a menores de 12 años, porque su cerebro es muy inmaduro y no saben controlarse.

2.- Limitar los tiempos

Se recomienda que no pasen más de dos horas como mucho frente a estos dispositivos, para que no les quiten tiempo ni ganas de realizar otras actividades más beneficiosas. Y, desde luego, se desaconseja su uso por la noche, porque su uso antes de dormir produce una alteración importante del sistema nervioso. En ese momento tienen que estar relajados y no haciendo una actividad que les exija una sobrecarga neuronal.

En ningún caso el uso del móvil ha de interferir en momentos en familia, como las comidas, las cenas o una simple conversación.

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3.- Dar ejemplo

Esta es la clave más importante. Los smartphones no han hecho a los adultos más inteligentes, sino más impacientes. ¿Cuántas veces consultamos el móvil aunque no haya sonado? ¿Cuántas veces interrumpimos conversaciones con nuestros hijos porque hemos recibido un mensaje? ¿Cuántas veces perdemos la noción del tiempo mientras consultamos las redes sociales? ¿Y cuántas veces miramos el móvil mientras cenamos? Si queremos que nuestros hijos no se enganchen con el móvil, propongámonos dar ejemplo.

4.- Informarse e informar a nuestros hijos sobre los riesgos de las redes sociales

Las redes sociales nos permiten entrar en contacto con gente que conocemos, y con gente que quiere entablar amistad con nosotros. Tal vez sería positivo no permitir el acceso de nuestros hijos a las redes sociales hasta que veamos que son suficientemente maduros.

Por eso, es capital informar a nuestros hijos de la necesidad de mantener en secreto sus claves, de no dejar entrar en redes sociales a desconocidos, hablar a nuestros adolescentes del grooming (el acoso sexual a menores por la red por parte de adultos que se han ganado la confianza de los chicos) y fomentar el uso respetuoso de las redes sociales.

5.- Asesorarse sobre los filtros parentales

Para no llevarse desagradables sorpresas: gastos desorbitados por descarga de aplicaciones, acceso a vídeos de adultos, tiempo ilimitado de uso, etc.

6.- Asegurarse de que nuestros hijos tienen una vida real rica y satisfactoria

Vivir momentos divertidos en familia, interesarse por las amistades de nuestros hijos e incluso invitarlos a casa, mantener una comunicación fluida con nuestros hijos y fomentar el pensamiento crítico y propio son algunas de las medidas que nos pueden ayudar a evitar que nuestros hijos quieran vivir su vida frente a una pantalla.

(Lee el artículo completo aquí)

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