viernes. 19.04.2024

¿Quién no conoce la extraña sensación de tener que argumentar una tesis que, de tan obvia que le parece, no encuentra camino alguno que no parezca banal, cuando no condescendiente o incluso artificioso?

La tesis de la que hablamos, esa que nos parece obvia, es que existe una doble explotación, o mejor, una doble vía para ejecutarla, y la razón es que, a día de hoy, el Capital, en lucha y oposición con la clase asalariada, se apropia de todo el valor, pero no de toda la materialidad del excedente. Y utiliza la deuda para que parezca que Keynes no tiene razón.

Y, extrañado con todo derecho, alguien nos puede cuestionar “Pero ¿qué dices? ¿valor sin materia? ¿acaso has perdido la cabeza?”

Sabemos que no vamos a perder literalmente la cabeza por sostener la tesis de que “el Capital se apropia de todo el valor, pero no de toda la materialidad del excedente”, pero sí la podemos perder simbólicamente: basta con que el lector no nos entienda y en consecuencia deje de leernos.

Si perdemos la cabeza, será culpa nuestra. Si logramos mantenerla en su sitio, será que hemos conseguido explicar correctamente el porqué de esa tesis.


Dada la complejidad del artículo y para respetar al máximo las formulaciones que se realizan, reproducimos el resto del artículo en formato PDF [Ver enlace]

Valor sin materia (o el ascensor de la deuda)