sábado. 20.04.2024

Una orden religiosa lleva por primera vez ante la Justicia un caso de abusos

Se trata de la orden de los Carmelitas Descalzos, que ha puesto en conocimiento de la Fiscalía en la Comunitat Valenciana un presunto caso de abusos sexuales en el que podría estar implicado uno de sus frailes.
NUEVATRIBUNA.ES - 4.5.2010

Los superiores de la congregación tomaron esta decisión tras escuchar el relato del padre de la presunta víctima, un joven originario de la provincia de Castellón que, cuando sucedieron los hechos, en el año 2008, era monaguillo en Burriana y contaba con 17 años. Los superiores de los Carmelitas han aportado también dos escritos relatando lo sucedido, el de la propia víctima y el de su progenitor.

La decisión de la conocida orden religiosa de informar a la Justicia civil sigue claramamente las últimas instrucciones dictadas desde el Vaticano, a mediados del mes pasado, para que los culpables de estos «horribles y gravísimos delitos de abusos sexuales contra menores», respondan no sólo ante Dios «sino ante los tribunales civiles». «La Iglesia está decidida a no esconder y a no minimizar tales crímenes», destacaban entonces desde la Santa Sede a través de una misiva dirigida a todos los sacerdotes católicos del mundo por el prefecto de la Congregación para el Clero, Cláudio Hummes.

Según las fuentes citadas, fue el propio padre de la víctima quien denunció los presuntos abusos al vicario general de los carmelitas aprovechando una reciente visita desde Roma a España. Éste, a su vez, lo puso en conocimiento del superior provincial, quien tras escuchar la versión del acusado decidió trasladar la denuncia al ministerio público.

Los supuestos abusos sucedieron en el año 2008 en uno de los conventos de la orden en Castellón. El joven, que desde aquellos hechos se encuentra en Perú, era en aquel momento monaguillo. Según el relato de la presunta víctima, los abusos comenzaron con tocamientos y caricias para terminar con un presunto acoso sexual que tuvo lugar dentro de una de las celdas del convento.

Fuentes de la congregación consultadas por la Ser aseguran que las autoridades eclesiásticas españolas han sido informadas verbalmente y como deferencia, aunque explican que la orden no hace sino aplicar las directrices marcadas por el Vaticano para hacer frente a este tipo de casos.

La Santa Sede ya recordó recientemente que los casos de curas pederastas deben ser denunciados «siempre» a la autoridad civil y en los más graves el Papa puede directamente reducir al estado laical a los pederastas sin pasar por un juicio canónico. Así se contempla en la guía sobre el procedimiento del Vaticano para los casos de abusos de menores que se publicó hace unas semanas en la página web del Vaticano.

Su viceportavoz, Ciro Benedettini, precisó que no se trata de una guía nueva, sino que es la redactada en el año 2003 y que había sido publicada en la página de internet de la Santa Sede «en nombre de la absoluta transparencia impuesta por el Papa» para casos de este tipo. Esta guía de actuación fue decidida por la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero nunca hecha pública, hasta este momento, explicó Benedettini.

El texto está dividido en tres partes, la primera se refiere al procedimiento preliminar y señala que cuando se produce una denuncia de abuso de un menor por un clérigo, la diócesis local es la primera encargada de investigar el hecho.

Si la acusación tiene peso, el obispo local remite el caso con toda la documentación necesaria a la congregación vaticana y expresa su opinión sobre los procedimientos a seguir y las medidas que se adoptarán a corto y largo plazo. Y en ese punto, señala: "las leyes civiles referentes a las denuncias de esos delitos a la autoridades competentes siempre se deben seguir".

EL OBISPO PIDE PERDÓN

El obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, ha calificado hoy de "inadmisible en la Iglesia y en la sociedad" el caso de supuestos abusos a un menor por parte de un integrante de la orden de los Carmelitas Descalzos de Castellón y ha pedido "perdón" por estos hechos. Un comunicado del Obispado explica que los superiores de la orden comunicaron ayer al obispo las medidas que pensaban tomar tanto "en el ámbito eclesial como civil".

El obispo asegura que son los superiores de la orden en la provincia los "competentes para cualquier actuación, tanto en foro eclesial como estatal, al no residir ya en la Diócesis ni tener ningún ministerio encomendado en la misma". El obispado "comparte y corrobora" la "colaboración con las autoridades judiciales para el esclarecimiento de los hechos", añade la nota.

El obispo ha mostrado además su "consternación por los hechos denunciados que, de ser veraces, son inadmisibles en la Iglesia y en la sociedad" y ha dicho unirse "al dolor de la víctima, de sus padres y la familia, y les pide perdón". "Un solo caso de abuso por parte de un sacerdote es inaceptable y es motivo de profundo dolor por la víctima, por la infidelidad del sacerdote a su ministerio y por el debilitamiento de la misma Iglesia, llamada a ser santa", ha remarcado.

La nota del Obispado advierte de que casos como este "no pueden poner bajo sospecha poco menos que a todos los sacerdotes, ni la disciplina del celibato por la que se rigen". El Obispado ha reconocido "la extraordinaria labor que realizan los Carmelitas Descalzos en la Diócesis, y desea que un caso como este no ensombrezca su acción pastoral y la confianza que justamente muchas personas ponen en ellos".

Una orden religiosa lleva por primera vez ante la Justicia un caso de abusos