miércoles. 24.04.2024

Un arzobispo veterano en pleitos judiciales

Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada, ha conseguido estar en boca de todos a base de incitar al abuso contra las mujeres, de actuaciones racistas y homófobas y de decisiones arbitrarias respecto a sus subordinados que ya les han obligado a pasar por el juzgado. Un grupo de ciudadanos se ha propuesto que vuelva a rendir cuentas ante la Justicia.
> Barra libre para abusar de las mujeres
NUEVATRIBUNA.ES - 8.1.2010

Facebook se ha convertid estos días en la plataforma para que iniciativas ciudadanas se movilicen con el fin de que ciertas conductas y declaraciones de personajes públicos que rozan el Código Penal no queden impunes. Primero, lo hemos visto con la secretaria general del PP María Dolores de Cospeal, que se enfrenta a una demanda judicial. Ahora, otro grupo de ciudadanos pretende conseguir lo mismo con el arzobispo Francisco Javier Martínez. "Que la Justicia actúe contra el Arzobispo de Granada" es el nombre de esta plataforma, que no quiere que queden sin respuesta las afirmaciones del prelado en su última homilía: Matar a un niño indefenso, ¡y que lo haga su propia madre! Eso le da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella, y se la traga como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquiatras ni todas las técnicas conocen el remedio.

De conseguir su propósito este grupo de personas, no sería la primera vez que el arzobispo Javier Mártinez Fernández compareciera en un ante un juez. En 2007, ya fue juzgado y condenado por acoso laboral, tras la denuncia interpuesta por el sacerdote Francisco Javier Martínez Medina, a quien Martínez destituyó como canónigo archivero y conservador de patrimonio de la catedral. El prelado también retiró al querellante de la cátedra en la Facultad de Teología y le suspendió 'ad divinis', lo que le impide ejercer como clérigo. El motivo fue el fuerte enfrentamiento entre ambos por un libro sobre la catedral que le había sido encargado al clérigo por Caja Sur. El sacerdote cayó en una fuerte depresión y acusó a su superior de injurias, calumnias, acoso laboral, lesiones y coacciones. Aunque consiguió una sentencia a su favor del Juzgado de lo Penal 5 de Granada, un año después la Audiencia Provincial absolvió al arzobispo de Granada.

Este asunto, junto con los gastos excesivos de la Diócesis, la crisis abierta en la Facultad de Teología tras la polémica decisión de retirar a los seminaristas; los casos de marginación a varios curas...son algunos de los que citaban 132 curas que firmaron una carta solicitando al Vaticano la destitución del arzobispo. Ni la Santa Sede ni el Nuncio en España se dieron por enterados.

Sobre él pesan también las acusaciones de racismo y homofobia, que le habrían llevado a tomar decisiones arbitrarias fuertemente contestadas a nivel social.

Un arzobispo veterano en pleitos judiciales