viernes. 29.03.2024
moscow-1926621_1280
Pixabay

Estas Navidades hemos experimentado en España uno de los inviernos más crudos de los últimos años, alcanzando en las fechas de nochevieja temperaturas de varios grados bajo cero en zonas del norte y de Castilla y León, que aguaron la fiesta a más de uno. Suelos congelados, nieblas densas que apenas permitían la conducción y un largo etc de inconvenientes que dificultaron el tránsito durante los últimos días del año. Pero, si ya se hace duro soportar estas cifras ¿os podéis imaginar estar a treinta grados bajo cero? pues en Moscú ya no tienen que pensarlo, ya que la semana pasada sus termómetros indicaron esta escandalosa cifra. Actualmente las previsiones del tiempo son más halagüeñas, pero el siete de enero, la capital de Rusia vivió un infierno helado. 

A pesar de que nos pueda parecer una temperatura más bien normal para Rusia, nada más lejos de la realidad, pues estos números no se registraban en la zona desde finales del s.XIX. En la zona circundante a Moscú los termómetros bajaron hasta los 33 bajo cero, cifras más propias de Siberia que de la capital de los Zares.  

Curiosamente, éste pico de temperatura ha llegado antes de lo esperado, ya que la mayor dureza del invierno se presenta en Moscú hacia mediados de Enero y se alarga todo el mes de Febrero, por lo que no es de extrañar que en las próximas semanas se vuelvan a llegar a éstos números de récord, dados los precedentes. 

Desde el Ayuntamiento de la ciudad hicieron un llamamiento sobre todo a las personas mayores para que no salieran a la calle o que, en caso de hacerlo, fueran vestidos adecuadamente. También, debido al mal estado de las carreteras, se invitó a no usar los vehículos personales y optar por el transporte público, preferentemente el metro. Curiosamente, a los únicos lugares que se desplazaron la mayoría de los moscovitas esos días fue a los templos cristianos para acudir a la misa, especialmente a la del gallo (siguiendo la Navidad Ortodoxa), por lo que se facilitaron hasta 130 autobuses para favorecer la fluidez de acceso a estos lugares, sobre todo a la Catedral de Cristo Salvador. 

Como medida extraordinaria, el Ministerio de Situaciones de Emergencia instaló numerosas cocinas para ofrecer té y comida caliente a los transeúntes, de manera totalmente gratuita. Como se puede observar, las bajadas drásticas de temperatura no es algo que pille desprevenido a las autoridades rusas, que ya tienen siempre preparadas varias medidas como las mencionadas para subsanar todos los problemas que puedan ocasionarse, que no son pocos. 

¿Y dónde se encontraba Putin mientras tanto? Pues sí, como seguramente habréis adivinado… no se quedó en su casa. Putin pasó la Navidad en la ciudad de Veliki Novgorod (también a 30 bajo cero) y parte del tiempo que debería estar destinado a su familia lo compartió con los pescadores que faenaban en el congelado lago de IImen. También, como no podía ser de otra manera, acudió a la misa del gallo en una parroquia local. 

¿Quién se viene a Moscú? 

Las temperaturas en Moscú bajan hasta 30 grados bajo cero