jueves. 18.04.2024
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En este artículo estudiamos el análisis socialista de su campaña de las primeras elecciones generales con sufragio universal en la época de la Restauración, en febrero del año 1891. Dicho análisis se publicó en El Socialista unos días después de celebrados los comicios.

Los socialistas consideraban que el sufragio universal era una herramienta útil, no sólo porque los trabajadores pudieran tener representantes en los Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales y en el Congreso de los Diputados, sino también como un medio para agitar al proletariado, fomentando la conciencia de clase. Por esas razones, el PSOE afirmaba que no esperaba que alguno de sus candidatos fuera elegido. Era la primera vez, casi como un ensayo. Era imposible conseguir buenos resultados electorales frente a los “partidos burgueses” cuando se carecía todavía de la fuerza oportuna. Pero los socialistas no podían renunciar a la concurrencia a las urnas, y dejar de ejercer el derecho electoral.

Más allá del resultado en votos y el juicio que hiciera la burguesía, se había conseguido el objetivo de propagar las ideas socialistas, de agitar a los trabajadores

Planteadas estas consideraciones, el Partido Socialista opinaba que había sacado muchos beneficios de esta primera experiencia electoral.

En primer lugar, se consideraba un logro haber podido presentar candidaturas en treinta poblaciones, mostrando a la ciudadanía la presencia socialista. Esa presencia se había reforzado con la realización de mítines para dar a conocer las ideas y el programa, multiplicando, por lo tanto, la labor de propaganda, uno de los objetivos que siempre tuvo presente el socialismo español. Esos mítines habrían contribuido a despertar la conciencia de clase de muchos trabajadores, aumentando la militancia en las Agrupaciones, además de haberse creado algunas nuevas.

Otra de las consecuencias de la campaña electoral socialista tenía que ver con los contrincantes políticos, especialmente con los republicanos. Los socialistas consideraban que habían provocado un fuerte rechazo de estas fuerzas políticas porque, en nuestra opinión, se competía por un mismo electorado. La actitud de los republicanos en la campaña corroboraba, a juicio del PSOE, la consideración harto negativa de los mismos, y que siempre habían denunciado. Que se hubiera llevado la lucha de clases a la campaña electoral había contribuido a que los obreros comenzaran a dejar de ser “instrumentos de sus enemigos”, para convertirse en los protagonistas de su emancipación, y empezasen a adiestrarse en el ejercicio del voto. Sería una interpretación del concepto de conciencia de clase.

En conclusión, más allá del resultado en votos y el juicio que hiciera la burguesía, se había conseguido el objetivo de propagar las ideas socialistas, de agitar a los trabajadores.

El texto puede leerse en el número 257 de El Socialista. Por otro lado, para profundizar en la estrategia política socialista recomendamos la obra de Santos JuliáLos socialistas en la política española, 1872-1982, Madrid, (1997).

La visión socialista de su primera campaña en elecciones con sufragio universal
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