viernes. 29.03.2024

El periódico socialista español se hizo eco a comienzos de 1929 de la polémica que se suscitó en algunos países europeos sobre el trabajo de la mujer casada en tiempos de paro, emitiendo su propia opinión al respecto, y que nos parece interesante estudiar.

El Socialista consideraba que la existencia de estos artículos demostraba que estaba cundiendo la idea en Europa de prohibir a las mujeres casadas que pudieran trabajar fuera de casa

Al parecer, el órgano de las mujeres socialistas belga, La Voix de la Femme, venía tratando en varios números la cuestión de si estaría justificada o no una ley que prohibiese a las mujeres casadas el trabajo asalariado. Por su parte, Fraunwelt (El Mundo Femenino), publicación socialista berlinesa, y que dirigía Toni Sender, había organizado una especie de concurso-debate para que opinasen las obreras y las esposas de los trabajadores. El premio se otorgaría a la participante que con mayor claridad y precisión explicase la esencia de la cuestión. Por fin, en el órgano sindical GewerkschaftlicheFrau-Zeitung de las mujeres berlinesas se insertaba un artículo donde se exponían las dificultades que hallaría una prohibición de esta naturaleza.

El Socialista consideraba que la existencia de estos artículos demostraba que estaba cundiendo la idea en Europa de prohibir a las mujeres casadas que pudieran trabajar fuera de casa. Era una propuesta, siempre según el periódico obrero, que podía provocar el enfrentamiento entre las obreras, en vez de unir a las mujeres asalariadas en la lucha común contra el paro. Pero, además, estaba indicando que la mujer tenía que elegir entre su matrimonio y el trabajo, en vez de potenciar la idea de la necesidad de que la mujer conquistase su independencia económica, clave para la emancipación femenina.

Si los socialistas debían que tener una opinión al respecto había que afirmar que esta supuesta prohibición era una idea caduca. Las mujeres socialistas tendrían el deber de procurar que los derechos y las prohibiciones no se estableciesen o midieran en función del género.

Pero, también es cierto que, en este evidente alegato feminista, partiendo de que el periódico socialista español consideraba que era una propuesta totalmente inadmisible, y fruto de la iniciativa de la burguesía para dividir a las trabajadoras, es decir, en clave de feminismo socialista, se planteaba una cierta contradicción, fruto del mantenimiento del paternalismo del pasado.

Nos referimos a que, aunque el movimiento obrero socialista ya había asumido en los años veinte el completo derecho de la mujer a trabajar fuera de casa, como hemos visto sobre la independencia económica, se recordaba que era un crimen privar a la mujer casada de su derecho a trabajar fuera de casa porque si lo hacía, después de su enorme carga en casa, era por necesidad.

Hemos consultado como fuente el número 6218 de El Socialista.

Socialismo y trabajo asalariado de la mujer casada en los años veinte