viernes. 19.04.2024
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Algunos trastornos de alimentación han adquirido un amplio conocimiento entre la población general, como la anorexia o la bulimia nerviosa. Sin embargo, otros como la Pica, son más desconocidos. 

La Pica o Altrofagia es un síndrome que se define por la Asociación Americana de Psiquiatría, como un deseo compulsivo de comer alimentos o sustancias no comestibles por un período mayor de un mes, sin aversión a la comida (DSM V).

El término pica procede del latín, pica es urraca, ave conocido por su voracidad para alimentarse de sustancias comestibles y no comestibles.

En la literatura también aparece y es de ley citar el Quijote, donde se hacen referencia en varios capítulos a la medicina y a la psiquiatría (ver mi artículo en Nuevatribuna, el Quijote y la medicina 25/01/2016): Refiere Don Quijote “presupuesto esto has de considerar ahora que padezco la enfermedad que padecen algunas mujeres que se les antoja comer tierra, yeso, carbón…”.

A nivel epidemiológico no se conoce la prevalencia en la población general. Se describe más frecuentemente en niños desnutridos, en embarazo, en discapacidad intelectual, autismo y otros trastornos del desarrollo y diversas enfermedades mentales. Se considera anómalo a partir de los 18-24 meses de edad.

Algunas de las variantes más comunes son la pagofagia (deseo irresistible de comer hielo), la tricofagia (pelo), piedras (litofagia) o tierra (geofagia). Otra de las más conocidas, pero suele clasificarse como un trastorno diferente, es la coprofagia (deseo irresistible de comer heces)

La pica no es un comportamiento exclusivo del hombre, caballos, perros, gatos, ovejas, elefantes entre otros animales ingieren sustancias consideradas no comestibles. Realizan este consumo con diferentes fines como calmar problemas digestivos, como desintoxicante, para suplir carencias minerales etc.

Desde el punto de vista psicológico la Pica se ha interpretado como un retraso a nivel madurativo en el que persistiría la conducta de llevarse cosas a la boca. También en personas con retraso mental grave puede deberse a que son incapaces de distinguir lo comestible de lo que no lo es. Se considera la Pica como una conducta aprendida, que pretende atraer la atención, conseguir cosas concretas o auto estimularse.

A nivel psiquiátrico se asocia a enfermedades severas como la esquizofrenia, la epilepsía severa, autismo o en el trastorno obsesivo compulsivo.

Los síntomas de este desorden dependiendo de lo que se haya ingerido pueden presentan problemas como: dolor de estómago, naúseas, distensión abdominal incluso obstrucción intestinal. Así mismo pueden presentar problemas de conducta como agresividad, aislamiento o autolesiones.

Las complicaciones más importantes de este comportamiento son al abdomen quirúrgico y la mala evolución del postoperatorio, con hasta un 11% de mortalidad. En algunos casos se ha descrito déficits de hierro y zinc, mejorando en ocasiones al aportar estos minerales.

Por último, referir un caso de Pica en mi experiencia profesional, el más llamativo que he conocido. Se trata de un paciente que en ese momento tenía una edad de 50 años, con diagnóstico de epilepsía refractaria al tratamiento y retraso mental moderado, que en un momento determinado ingiere las 28 fichas de un juego de dominó. Hizo un cuadro de oclusión intestinal, por lo que fue derivado a un servicio de cirugía, resolviéndose el cuadro digestivo. Curiosamente años después murió por atragantamiento con un trozo de manzana del postre de su comida.

Síndrome de pica o altrofagia