martes. 23.04.2024
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Foto: EFE

El síndrome Post-Uci es una entidad acuñada en 2010 por la Society of Critical Medicine, que lo define como el conjunto de síntomas físicos, cognitivos y mentales debidos al hecho de haber estado ingresado en una unidad de cuidados intensivos, que puede afectar a la calidad de vida del paciente tras el alta, y que puede repercutir en el pronóstico a largo plazo del paciente. 

Las alteraciones físicas principalmente descritas en este síndrome son: en primer lugar y de forma más notoria la debilidad muscular, afecta sobre todo al músculo esquelético, también puede afectar a la musculatura oro-faríngea y provocar problemas de deglución. También aparece pérdida de masa muscular, dificultad para caminar, baja tolerancia al ejercicio y deterioro respiratorio.

Las alteraciones cognitivas más frecuentes son: estados confusionales, dificultades de atención, alteraciones de las capacidades visuoespaciales, dificultades de la memoria y de las funciones ejecutivas.

La infodemia se define como un exceso de información, tanto verdadera como falsa, sobre un tema, en este caso la pandemia COVID 19. Tras esta infodemia hay una precipitación tanto del mundo científico, periodístico y de las redes sociales

Las alteraciones mentales más frecuentes son: depresión, ansiedad y estrés postraumático.

Vamos a describir con más detalle las secuelas del COVID 19. En pacientes no hospitalizados las principales alteraciones son: ansiedad, bajo ánimo, hipervigilancia de los síntomas del COVID 19, alteraciones del sueño y aparición de pesadillas, miedo o estigma de poder contaminar a otros.

Si la sintomatología COVID ha sido más grave y necesita hospitalización las principales alteraciones son: la confusión y delirio, estado alterados de conciencia, estrés, miedo, alteraciones de memoria. En el caso de hospitalización con UCI puede aparecer el síndrome Post-Uci. Este síndrome afecta entre un 30 y un 50% de los supervivientes de UCI, con sus tres áreas de alteraciones: física, cognitiva y emocional.

La debilidad muscular afecta aproximadamente entre un 50 y un 70% de los pacientes ingresados en UCI. Se debe fundamentalmente a un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Esta debilidad es de mayor grado en relación directa con el tiempo de estancia en UCI.

Las alteraciones cognitivas pueden afectar al alta de UCI entre un 70 y un 100% de los pacientes. Algunos datos señalan que a los tres meses del alta en UCI un 40% de los pacientes muestra un rendimiento cognitivo similar al de un traumatismo cráneo encefálico moderado y un 25% muestran un rendimiento cognitivo similar a un Alzheimer en grado leve. Por otro lado, este bajo rendimiento se mantiene en un 30% de las altas al año de la misma.

Entre los supervivientes de UCI, se estima que un 30% podrían presentar depresión, ansiedad en un 70% y trastorno por estrés postraumático hasta en un 50% de los casos. En los casos de depresión los factores de riesgo son ser mujer joven, menor de 40 años, bajo nivel educativo, núcleo urbano de residencia, sin hijos, estar en paro, una alta exposición a noticias de la pandemia, y haber sufrido un período de confinamiento prolongado. En los casos de ansiedad los factores de riesgo son alta exposición a noticias sobre la pandemia, un largo período de confinamiento y haber estado en contacto con algún afectado. En el trastorno por estrés postraumático los factores de riesgo son mujer de edad menor de 40 años, cercanía a zonas de gran exposición al virus, alteración del sueño, soledad y mala salud percibida.

Por último, reflexionar sobre uno de los factores de riesgo más global, en cuanto a impacto negativo emocional, lo que se ha dado en llamar “infodemia”. La infodemia se define como un exceso de información, tanto verdadera como falsa, sobre un tema, en este caso la pandemia COVID 19. Tras esta infodemia hay una precipitación tanto del mundo científico, (véase la información sobre la utilidad de la hidrocloroquina y su posterior desmentido), periodístico (precipitación en la presentación de noticias sobre la pandemia) y de las redes sociales (en las que no se filtran las noticias que se difunden).

El síndrome post-UCI: secuelas físicas, cognitivas y psicológicas en el Covid-19