Apuntes para un debate: Sindicalismo para el mañana, desde el hoy y el ayer

En mis notas anteriores pretendía poner el acento en la responsabilidad sindical en esta etapa de “construcción” de la denominada y poco definida “nueva normalidad”, desde y tras la pandemia.

En la referencia a lo que entiendo la esencial característica del sindicalismo como “organización de intereses” (los de la clase trabajadora – trabajo asalariado), “organización de la solidaridad para la conquista y defensa de intereses y derechos, colectivos e individuales”, se deslizó la palabra “corporativismo”.

Y ello, junto con el concepto de globalización en la organización y la acción sindical, ha suscitado un interesante intercambio de notas por parte de prestigiosos, experimentados y documentados sindicalistas, lo que provoca por mi parte la pretensión de no cerrar el tema, al que cabría una incursión en las relaciones entre sindicalismo y política.

Aporto para ello, de forma ordenada temporalmente, sus observaciones con la esperanza de contribuir al necesario debate sindical sobre las propias características y orientaciones del sindicalismo para el mañana, desde sus raíces en el hoy y el ayer.

Estamos en momentos de tantas incertezas, preguntas, retos, y, por ello, de nuevas responsabilidades de todas las instancias organizativas de la ciudadanía, particularmente de las de la clase trabajadora.

MOMENTOS para el debate, ¿QUIÉN LO ORGANIZA?

Con mis agradecimientos a Quim González Muntadas, Paco Rodríguez de Lecea, José Luis López Bulla, Demetrio Vázquez Martínez y Julio Villacorta, éstas son sus notas y mis comentaros a las mismas:

  1. Quim González Muntadas

Una muy interesante y sugerente reflexión Isidor. Subrayo este párrafo que invita a profundizar: “La clase trabajadora es por otra parte el único gran colectivo que tiene una organización, al menos formalmente, estructurada a todos los niveles, desde el centro del trabajo hasta el mundo en su globalidad, pasando por las instancias sectoriales, nacionales, europeas y demás regiones mundiales”.

IBLL (mi respuesta)

¿Sabremos asumir nuestra responsabilidad, nuestras posibilidades, la función del sindicalismo, del sindicato, en la actual coyuntura?

  1. Paco Rodríguez de Lecea (PRL)

Tendríamos que ponernos de acuerdo sobre lo que quieres decir cuando propones "un corporativismo a más alto nivel". "Corporativismo" es algo que me suena siempre mal; a insolidaridad de clase, en concreto. Lo doy por bueno pensando en que significa otra cosa, y porque todo el resto (y en particular esa síntesis de la síntesis de la síntesis, como la llamo yo simplificando) me gusta mucho.

IBLL

Tienes razón Paco, suena mal. Entiendo por “corporativismo” la búsqueda de la satisfacción de los propios intereses. Y resulta negativo cuando se convierte en insolidario, pero precisamente ésta es la cuestión. Considero el sindicalismo como una “organización de intereses” y por ello su esencia es “corporativa”, sólo que en esta misma esencia se inscribe el concepto de la solidaridad: la comprensión de que la satisfacción del interés individual requiere la solidaridad con los otros individuos de similares intereses. Y ello a todos los niveles de los colectivos de la clase trabajadora. Acertar en lo que esto significa, en la definición de objetivos y en las formas de acción es seguramente un elemento central del sindicalismo, de la acción sindical, al que dar contenido concreto en cada momento. Y probablemente de los más complejos. Una cuestión para el estudio y el debate.

  1. Demetrio Vázquez Martínez

Me parece una aclaración pertinente, porque el término despertó, también a mí, suspicacias. Yo, modestamente, te recomendaría que la incorporaras al texto. Ahorrarías tiempo y comeduras de coco a much@s amig@s.

IBLL

¡Veamos cómo continuar el debate!

  1. José Luis López Bulla (JLLB)

Paco ha puesto encima de la mesa un problema no irrelevante: lo del ´corporativismo´. Esta ha sido siempre una expresión muy sobada por los sindicalistas "de clase" que también se contagiaron de lo que ellos criticaban. Entiendo que Isidor va a dedicar más tiempo a explicar su versión del corporativismo que al conjunto de su artículo. Por lo demás ´corporativismo´ bueno y ´corporativismo´ malo son trampitas lexicográficas.

IBLL

Cierto, el problema no es del adjetivo "bueno" o "malo", sino de sus contenidos. Pero si insisto en la palabreja es para subrayar que lo que une a los sindicalistas no es la ideología sino los intereses. El problema es saber establecer cuáles son los intereses que unen a los individuos o a los colectivos, y ahí es donde debe integrarse la solidaridad, y, nuevo problema, cuál el propio ámbito de ésta.

JLLB

Pero intereses no equivale necesariamente a corporativismo.

IBLL

Cierto de nuevo. Las palabras acaban teniendo el sentido que más o menos colectivamente les damos, o la autoridad competente. En todo caso para mi supone la defensa de intereses colectivos, corporativos, de la corporación. Y por ello, insisto, el problema está en dos ámbitos: cuál es el colectivo y cuáles son sus intereses. Y ambas cuestiones son las que me interesan, las que creo que interesan. Y luego les ponemos nombre. Si la actual utilizada ha servido para llamar la atención sobre el tema, bienvenido sea. ¡Y gracias a los opinantes!

JLLB

Pero el debate se centrará solo en la palabreja. No me gusta.

PRL

Maestro, los aquí concernidos y otros muy dignos de mención (Antonio Baylos, Carlos Mejía) echamos hace ocho años nuestro cuarto a espadas sobre el tema Sindicalismo y Política, a partir de un largo texto-guía de Riccardo Terzi. El debate se encuentra recogido en "Metiendo Bulla" en varias entregas a partir del 19 de diciembre de 2013. No es ocioso revisitar aquel acontecimiento blogoscópico, creo que muchas cosas que se dijeron entonces sirven para ahora mismo, y otras podrían servir con leves rectificaciones de coyuntura.

IBLL

La evolución del debate, y de la palabreja ("corporativismo"), también depende de nosotros, de todos. En todo caso, creo que la naturaleza del "sindicato", los motivos para constituir e integrar el colectivo, para orientar la acción colectiva, no siempre está claro. Y merece la pena irlo analizarlo y desarrollarlo permanentemente.

PRL

He ido rebuscando en Metiendo Bulla[1], en particular a lo largo del año 2014, aportaciones en torno al tema "sindicalismo y política", suscitadas a partir del texto de Terzi o de otras fuentes (muy variadas). Es un arsenal formidable de ideas acerca de la cuestión; y el blog en sí mismo, un monumento de una importancia difícil de exagerar. La perspectiva que ofrece, a siete años de distancia, es grandiosa.

  1.  Julio Villacorta

Sintonizo plenamente con los planteamientos que se hacen.

Desde mi punto de vista para que el sindicalismo que se debería promover tuviera el impulso suficiente se debería profundizar en el tratamiento que debería tener los niveles de cuadros y técnicos de toda empresa, y sobre todo las empresas de altas tecnologías, en la negociación colectiva.

La negociación colectiva de los grupos industriales (o de servicio) deberían reflejar el “pacto social” con el que se identifican todos los “stakeholders” de la empresa.

Para dar virtualidad a estos conceptos hay que redefinir la composición de los órganos de representación de los trabajadores en la empresa. Un tema “congelado desde hace tiempo” que un gobierno de izquierdas debería activar.

Mi opinión sintetizada sería: “Todos los asalariados en convenio con un Comité de Empresa representativo de todos”

IBLL

Tienes razón amigo Julio. Abordas otra cuestión de evidente interés y significación para la organización del sindicalismo, y seguramente cada día de mayor significación. Cuando me refiero a los “intereses colectivos” debe entenderse como síntesis de los “intereses de los diversos colectivos”. Y los técnicos y cuadros constituyen uno de estos colectivos, son efectivamente parte de la clase trabajadora. La primera síntesis lo será a nivel de cada uno de los diversos colectivos que integran la plantilla, lego a nivel de sector, también de país, de región mundial (Europa, …) y global. Con la solidaridad como espina dorsal a todos los niveles, como impulso horizontal y vertical.


[1]IBLL:  http://lopezbulla.blogspot.com/ , con la primera intervención en el debate de Riccardo Terzi en : http://lopezbulla.blogspot.com/2013/12/sindicato-y-politica-primera-parte.html. Para todo ello siempre será de utilidad el contenido y el título del trabajo de José Luis López Bulla y Javier Tébar “No tengáis MIEDO de lo nuevo”. Y a la propuesta de Paco me permito apuntar la interesante conversación sobre “Autorreforma sindical”, en relación con un Congreso de la CSA que mantuvimos Carlos Mejías, José Luis López Bulla y yo, con uno de los comentarios en: http://lopezbulla.blogspot.com/2012/03/sobre-la-autoreforma-sindical-la.html