Por Patricia Pérez (Margua)
Hoy puede parecer un día más, pero para muchas personas el 3 de diciembre, es un día marcado en el calendario. Es una fecha que nos indica que desde el año 1992, es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
La discapacidad o mejor dicho su visibilidad no debe de ser un día, debe estar presente durante el resto del año. A veces aparece a través de barreras arquitectónicas o sociales, a veces aparece por discriminaciones y otras veces para crear políticas que refuerzan leyes existentes.
En la discapacidad existe un gran mundo que muchas personas no son capaces de ver, sino les afecta directa o indirectamente. La discapacidad es una puerta que al cruzarla ves su rampa con suelo antideslizante, con sus correspondientes barandillas, con esa señalización que te indica por dónde ir.
La discapacidad es un gran desconocido, pero para nosotros y nosotras es una realidad permanente. Tenemos la suerte y desgracia de ver y vivir lo más bello del mundo. Conocemos a personas que nos dan lecciones de vida, demostrando que no existe nada imposible. Vemos un mundo lleno de posibilidades, porque de alguna manera u otra, todos llegamos al mismo lugar. Tenemos el privilegio de ver lo que está mal, hablarlo y cambiarlo, para que el que venga detrás tenga menos obstáculos para su día a día.
La discapacidad tiene voz y derechos. Cierto es que gran parte de las veces son vulnerados, pero cada vez somos más personas las que alzamos la voz con fuerza, para suprimir esas barreras, para que todos tengamos las mismas oportunidades. Por suerte, la sociedad va avanzando y los caminos comienzan a verse.
Queremos que las palabras del hoy se graben en la memoria, que mañana se conviertan en realidades y que, dentro de mucho tiempo, cuando el ayer quede lejos lo que permanezca y perviva sea una sociedad justa e igualitaria para todos y todas.
La discapacidad no es diversidad funcional ya, la integración no es lo mismo que la inclusión, la accesibilidad universal no solo favorece a las personas con discapacidad. De la mano de la discapacidad tenemos las soluciones a grandes problemas de la sociedad. Los años pasan para todos por igual, tal vez hoy recuerdes tu nombre, tal vez hoy puedas correr sin mirar atrás, tal vez hoy decidas por ti mismo que ropa ponerte, tal vez hoy eliges con quien vivir, tal vez hoy puedes escuchar tu canción favorita sin parar. Tal vez hoy podemos tener infinitas posibilidades, pero nadie nos asegura el mañana. Por eso hoy alzo mi voz en nombre de las personas que me enseñaron la posibilidad de crear un mundo mejor, comencemos a través de políticas de inclusión, al fin y al cabo, todos somos personas y todos tenemos derechos.
Margua
