viernes. 29.03.2024

La reducción de la velocidad de 120 a 110 kilómetros por hora permite una reducción media que no alcanza el 5% en el consumo de combustible, según concluye un estudio de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que afirma que esta rebaja puede llegar hasta el 11% en zonas llanas.

Los investigadores resaltan que los mayores valores de emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos y partículas de los vehículos se generan durante los primeros 20 minutos de funcionamiento del motor, al igual que las cifras más altas de consumos.

Por otro lado, este análisis expone que la realización de una conducción agresiva (usando marchas cortas y fuertes aceleraciones) en tráfico urbano provoca que el consumo de combustible del vehículo se incremente un 60%, aunque esta manera de utilizar el automóvil no altera la velocidad media.

Esta investigación pone de manifiesto que la conducción más deportiva en ciudad supone que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) aumenten un 40%. Asimismo, refleja que, en tráfico urbano, las emisiones y el consumo aumentan a medida que disminuye la velocidad de circulación.

De esta forma, el documento de la Universidad Politécnica apunta que la circulación con tráfico congestionado puede conllevar que el consumo de combustible suba un 50%, mientras que las emisiones de NOx se incrementan hasta un 40%.

Por otro lado, explica que las acciones de reducción del motor y mantenimiento de la potencia ('downsizing') llevadas a cabo por los fabricantes de automóviles "no representan una verdadera reducción de consumo en tráfico real".

Este análisis resalta, a su vez, que el 'downsizing' de los motores supone un aumento de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), puesto que llevan el vehículo en puntos de operación de mayor riqueza de mezcla.

No obstante, el estudio destaca que los sistemas de arranque y parada del motor (Start/Stop) "han demostrado ser una verdadera y eficaz solución en tráfico urbano", puesto que obtienen una disminución de hasta un 20% en el consumo.

Reducir de 120 a 110 la velocidad ahorra casi el 5%