viernes. 29.03.2024

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El fotógrafo Steve McCurry tomó estas fotos en el Templo Shaolin en la Provincia de Henan, China, a través de las cuales documenta la rigurosa y, a veces brutal, rutina de entrenamiento que los monjes han de soportar con el fin de llegar a niveles superiores de consciencia. Los monjes Shaolines tienen dos formas de entrenamiento: Chan Chan (禅), la cual se refiere al estudio de la conciencia a través del Budismo Chan; y Quan (拳), la cual se refiere a los rigurosísimos ejercicios psicológicos y al conocimiento de las artes marciales de Shaolin. Para los monjes no existen disciplinas separadas, es más, tratan de unificarlas porque creen que la disciplina del cuerpo es meramente una parte de la expansión de la mente.

Estas fotos son increíbles; no sólo documentan la tremenda fuerza y dedicación de los Shaolin sino además su habilidad para absorber el daño psicológico y mental.

¿Qué podemos aprender de ellos para nuestro entrenamiento?

Primero, la necesidad de entrenar de una manera holística el equilibrio, la fuerza y la resistencia. Es importante tener en cuenta además que el entrenamiento debe ser riguroso e igual de duro tanto para la mente como para el cuerpo. Muchas veces es tu cabeza quien te dice que nos puedes hacer ese paso. Al igual que los Shaolines, a medida que comienzas a dominar tus habilidades, los límites de tu cuerpo se vuelven casi inexistentes.

Es importante tener en cuenta también la parte trascendental del entrenamiento, lo que tu cuerpo puede hacer es algo simbólico que refleja el equilibrio interior que has logrado a través del entrenamiento. Además, las limitaciones solo están dentro de tu mente, no existen como tal fuera de ella. Finalmente, la meditación (de la que ya os hemos hablado),es una parte esencial para los Shaolin, lo que te permite expulsar los pensamientos negativos y ganar fuerza en tu mente.

Según la leyenda, un sacerdote indio llamado Bodhidharma introdujo a los monjes Shaolin a la meditación. Para evitar que los músculos de los monjes se atrofiaran, Bodhidharma les enseño unos ejercicios de la ahora popular calistenia que con el tiempo evolucionaron a lo que hoy se conoce como Kung Fu. Así que ya sabes, para alcanzar el siguiente nivel, entrena como un Shaolin.

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