jueves. 25.04.2024

Para pedir un préstamo hay que saber leer y entender lo que se lee. Además, es recomendable comparar entre varias alternativas, por lo que la lectura y el entendimiento se hacen aún más imprescindibles. Por otra parte, se recomienda cierto conocimiento en cálculo con objeto de restar, de los ingresos personales, todos aquellos gastos vitales y ya comprometidos, descubriendo de esta forma si seremos capaces de afrontar, por un lado, el pago de intereses y, de otro, la devolución del capital.

No vendrá mal saber algo de Historia y tener en mente que esta suele repetirse, así que les pido que acudan enterados de acontecimientos pasados, tales como quiebras, estafas, subidas en los tipos de interés, guerras, aumentos en los precios y subidas del paro. No me digan que no les avisé. Si aún les sobra algo de tiempo, recuperen del cajón aquellos apuntes de Filosofía. Tal vez ayuden a decidir si lo que se pretende adquirir con el préstamo realmente aportará algo positivo a la existencia de uno porque, quién sabe, la felicidad puede estar esperando en otra puerta y no necesariamente en esta.

Para pedir un préstamo necesita usted saber de muchas cosas y todas ellas se aprenden en la escuela y en el instituto

Bonus, ratio, ex post, incluso déficit o superávit serán términos familiares si aprendimos algo de latín en nuestra adolescencia. Y, ¿por qué no? cuando uno habla del capital pendiente por amortizar, también llamado «capital vivo», se entenderá mejor si sabemos lo que es un ser vivo y cuáles son sus tipos.

En resumen, para pedir un préstamo necesita usted saber de muchas cosas y todas ellas se aprenden en la escuela y en el instituto así que, cuando escuchen a alguien decir que sólo hay que aprender aquello que valga para la vida, salgan huyendo, pues han bailado los términos, tal vez, incluso, con oscuras intenciones. Bien ordenados, se leen así: todo lo que se aprende vale para la vida. Aprendan, pues, cuanto más, mejor. 

Qué hay que saber para pedir un préstamo