viernes. 29.03.2024
puertollano

Puertollano es uno de los grandes núcleos industriales de nuestro país que ha estado permanentemente relacionado con la energía. Primero con el carbón, a finales del siglo XIX, luego, en los años cincuenta, con los primeros productos petrolíferos destilando la pizarra bituminosa de su cuenca minera y, una década después, con la refinería de crudo que resuelve el inconveniente de no ser puerto de mar con un oleoducto de 264 Km, desde Málaga y, desde el año 2000, con uno desde Cartagena de 358 Km.

Durante su historia industrial, Puertollano ha tenido que enfrentarse a varias crisis. La más reciente, hace cinco años, al desmantelamiento de la industria de las renovables, de la que se esperaba que podía ser su futuro. Una frustración resultado de los drásticos cambios legislativos del gobierno del Partido Popular que provocaron el cierre de grandes empresas como Silicio Solar, Solaria, …. y que representó la pérdida de cerca de 2.000 empleos.

Pero este complejo industrial hoy mira el futuro con optimismo. Hablar de transición energética en España es hablar de Puertollano y su núcleo industrial, que se ha convertido en una referencia de investigación y producción de nuevo sobre energías renovables. Un referente con los nuevos sistemas energéticos basados en la generación de energías limpias: la fotovoltaica de Iberdrola y la de generación con biomasa. Por los proyectos de descarbonización y economía circular para apoyar la eficiencia energética, el hidrógeno renovable y la captura y uso de dióxido de carbono previsto en las fuertes inversiones del Plan Estratégico de Repsol. Y por lo que representa su CNH2 (Centro Nacional del Hidrógeno), es decir un centro de I+D+i para la investigación científica y tecnológica en todos los aspectos relativos al Hidrógeno para lograr avanzar en su desarrollo como energía inagotable, limpia y renovable que sustituya o complemente a todas las demás.

Es una buena noticia que el pasado 13 de octubre las Administraciones Públicas, CCOO y UGT, y las principales empresas de Castilla-La Mancha, se comprometieran a avanzar en la creación de un Observatorio Industrial que guíe hacia una transición energética ordenada, eficiente técnicamente y justa para los trabajadores. Una herramienta que defienda, desde el dialogo social, las oportunidades que se abren con los fondos europeos Next Gereration, que deberían servir para impulsar y optimizar la reconversión industrial hacia las energías limpias. Una comarca que lucha por combatir la despoblación y que tiene el reto de realizar un gran esfuerzo para garantizar conseguir acompasar la formación de los trabajadores y trabajadoras a las nuevas competencias que exige la nueva industria y la transformación energética y digital.

Esperemos que este Observatorio Industrial sirva para impulsar la colaboración pública-privada en la transformación industrial, como ha sucedido ya con algunos proyectos de Repsol, empresa destacada del complejo industrial de Puertollano, y con el proyecto de Iberdrola y Fertiberia para construir la mayor planta de hidrógeno verde de Europa para uso industrial. Que el compromiso administraciones públicas y empresas sirva también para potenciar la necesaria participación de los sindicatos.

Esperemos que CCOO y UGT respondan y hagan honor a la historia de un sindicalismo de esta comarca que, desde la ilegalidad en la dictadura franquista, ha sido un referente en organización, afiliación masiva a los sindicatos y capacidad de movilización y negociación. Lo que ha permitido superar momentos muy difíciles vividos en este complejo industrial.

Puertollano ha sido cantera de grandes sindicalistas como: Pedro Ruiz, Fulgencio Ruiz, Jesús Camacho, Eugenio Nielfa, José Ramón Sánchez, Segundo Galán y Rafa Parra (Rafael Martínez Parras), uno de los sindicalistas más inteligente que he conocido en mi vida sindical, uno de los responsables principales de que el Grupo Repsol haya sido durante dos décadas un ejemplo de innovación en las relaciones laborales e industriales maduras con su Acuerdo Marco.

Ahora los jóvenes sindicalistas de Puertollano tienen la oportunidad de seguir la historia de esos sindicalistas que fueron capaces de afrontar situaciones de graves crisis y abordar la profunda transformación en la organización del trabajo que vivió el complejo industrial en el pasado. Hoy tienen el reto de garantizar que el cambio y el futuro que se anuncia sea justo para los trabajadores y trabajadoras.

Puertollano mon amour