viernes. 19.04.2024
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Las redes sociales se han convertido en una parte bastante arraigada de nuestra vida diaria tanto de jóvenes como de adultos, y una función principal de estas aplicaciones es mantenerse conectado con los demás. 

Una meta-revisión reciente de la investigación en esta área señaló que el uso de las redes sociales parece tener una asociación mixta con la salud psíquica y el ajuste social, y que varios factores contextuales pueden ser importantes para determinar si el impacto de las redes sociales es positivo o negativo. 

Algunos de los resultados más preocupantes indican que un acceso virtual tan fácil a otras personas y sus actividades puede vincularse a situaciones sociales negativas, por ejemplo, preocupaciones sobre la imagen corporal, posibles distracciones de las actividades diarias, y disminución de la calidad del sueño entre otras.

El miedo a perderse algo en internet, es un moderador en la relación entre el uso de las redes sociales, y el ajuste FOMO puede conceptualizarse como una preocupación por perderse o ser excluido de actividades dentro de la red social de uno y refleja una autoconstrucción interdependiente. 

Aquellas personas con altos niveles de FOMO parecen participar en un uso más intenso o problemático de las redes sociales

Además, el FOMO se ve como un artefacto de las necesidades de pertenencia insatisfechas, que luego pueden alentar el uso de las redes sociales para aumentar los sentimientos de conexión con los demás. Sin embargo, para algunos, las redes sociales pueden amplificar la sensación de perderse actividades, lo que puede ser molesto. Además, aquellos con altos niveles de FOMO parecen participar en un uso más intenso o problemático de las redes sociales. 

EL FOMO VERSUS EL JOMO

En su revisión sistemática, Tandon y colaboradores, argumentan que el FOMO debe examinarse más allá de su papel en el uso de las redes sociales por parte de los individuos, sino también en términos de un contexto más amplio, como las relaciones entre compañeros y familiares, de esta manera las normas sociales más amplias pueden influir en el grado en que las personas sienten angustia (FOMO) o alivio/placer (alegría de perderse algo; JOMO) al desconectarse de los demás.

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De hecho, no todos los sujetos son igualmente susceptibles al FOMO, y el uso de las redes sociales es solo una variable, si bien relevante. Además, algunas personas pueden experimentar respuestas positivas a la soledad, la independencia o la desconexión de los demás. 

En alguna publicación de divulgación científica este atributo se ha denominado JOMO. Es decir, en contraste con la angustia de perderse actividades con otros, algunos pueden preferir o experimentar emociones positivas al no participar en interacciones sociales. Además, un aspecto importante de la conceptualización del JOMO radica en la libertad y decisión de elegir periodos de desconexión. Con una disponibilidad y conciencia de las otras opciones posibles, el individuo encuentra alegría en la elección de no comprometerse, en lugar de sentirse aislado debido a que no hay otras opciones disponibles.

Desconexión inesperada

Sin embargo, aunque la decisión de desconectarse es una característica destacada del JOMO, un estudio reciente cualitativo ha descubierto algo como que la alegría de perderse algo en la red también puede ser evidente cuando la desconexión es menos intencional o inesperada. 

Después de un importante fallo del servicio técnico en octubre de 2021, las plataformas de redes sociales, incluidas Facebook, WhatsApp e Instagram, estuvieron inactivas durante más de seis horas, lo que provocó una interrupción mundial.  Aquí se encontró que, aunque había indicaciones claras del FOMO (es decir, sentimientos negativos como ansiedad, soledad, estrés debido a la interrupción de los medios) para algunas personas, otras informaron haber experimentado emociones positivas durante la duración de la interrupción. 

Un estudio reciente (marzo 2023) de la Universidad de Washington dirigido por Sara Zaske, afirma que, se necesita un examen más profundo del JOMO, no como una construcción similar a un rasgo estable de personalidad, sino como una construcción para lo que se consideran experiencias momentáneas, es decir, similar a estados vivenciales, de preferencia por la desconexión de las redes sociales. En ese momento, la evidencia puede apuntar hacia el JOMO como una forma de lograr, al menos temporalmente, una sensación de ajuste positivo y autopercepción o, alternativamente, como un concepto que no es central para la experiencia interpersonal humana.

Por último, compartir esta reflexión de Eric Schmidt:

"Internet es la primera cosa que la humanidad ha construido y que no entiende, el experimento más grande de anarquía que hemos tenido”.

Desconexión tecnológica: ¿ansiedad o alivio?