Los rectores de las Universidades madrileñas han acudido, sin la presencia de ningún miembro del Gobierno regional -excepto el director general de universidades, Jon Juaristi- a la apertura del curso universitario en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma.
Con gritos de "Este acto no se celebra", "No a la privatización de la sanidad y la educación", "Pública, pública", "Huelga indefinida", "Qué casualidad, qué casualidad, el hijo del obrero no puede estudiar" o "Fuera los políticos y las empresas de la universidad"
Con gritos de "Este acto no se celebra", "No a la privatización de la sanidad y la educación", "Pública, pública", "Huelga indefinida", "Qué casualidad, qué casualidad, el hijo del obrero no puede estudiar" o "Fuera los políticos y las empresas de la universidad", durante media hora decenas de manifestantes presentes en la sala han impedido que comenzara el acto.
Ataviados con camisetas o chalecos verdes -en defensa de la educación pública-, y exhibiendo tarjetas rojas a modo de protesta para simbolizar la expulsión de los rectores y los políticos, los manifestantes han impedido que se escuchara el inicio del acto mientras los rectores esperaban sentados en sillas en el estrado.
Entre los abucheados se encontraba también el presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, que ha sido insultado y ha recibido gritos como "el patrón solo entiende un mensaje: huelga y sabotaje".
Pilar Cámara, secretaria general de la Universidad Autónoma -que este año acogía la apertura solemne del curso- ha intentado durante varios minutos pronunciar su discurso, entre los pitidos y las consignas de los manifestantes.
Al no poder continuar, el rector de la UAM, José María Sanz, ha lamentado que el acto se estuviera desarrollando de esa forma tan "triste", en el que la palabra ha sido sustituida por gritos, y ha pedido a Jon Juaristi que declarase inaugurado el curso.
Juaristi, en nombre de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha inaugurado el curso y ha intentado cantar con el resto de asistentes el Gaudeamos igitur, aunque ante la continuación de los gritos y pitidos ha desistido.
Tras la suspensión del acto -que, entre otras, cosas, ha impedido a la académica de la Lengua Inés Fernández-Ordóñez pronunciar la lección inaugural-, algunos de los rectores presentes han lamentado los hechos, y han coincidido en que no ayudan a defender a la universidad pública.
Juaristi ha declarado no comprender la protesta y ha afirmado que éstas no son las "formas" de expresar las discrepancias.
José María Sanz, como rector de la Universidad anfitriona, ha lamentado que los gritos y las manifestaciones impidan el libre ejercicio de la palabra, y ha criticado a quienes "se llenan la boca" con la autonomía universitaria pero luego boicotean un acto académico.
Sanz ha dicho comprender las protestas por los recortes que están afectando a las universidades y ha expresado su preocupación por el punto hasta el que pueden llegar los ajustes, pero ha insistido en que no se solucionan con el boicot a un acto universitario.
Daniel Peña, rector de la Carlos III, ha afirmado entender el descontento de los alumnos y del personal laboral de las universidades, pero ha coincidido en que no se gana nada impidiendo un acto académico. "Yo no estoy de acuerdo con muchas de las medidas que se toman, pero ésa es otra cuestión, es independiente del acto", ha añadido.
Por su parte, José Carrillo, rector de la Universidad Complutense, ha asegurado que lo ocurrido "no contribuye a defender la universidad pública en este momento tan grave".
"No es democrático ni favorece a la universidad pública, por mucho que gritasen consignas a favor de ella", ha remarcado, antes de vaticinar un curso "caliente" resultado de las políticas de los gobiernos central y regional, que dan "prioridad a los recortes y no a la inversión, que es lo que necesita la universidad".
Carrillo ha señalado que los recortes están "ahogando" a las universidades públicas, y como ejemplo ha recordado que además del ajuste de 60 millones que la Complutense ha hecho este año, para 2012 se le exige otro recorte de 25 millones y para 2013 de 22 millones más, una "barbaridad" que hace que éste sea el curso con mayor "incertidumbre".
Antes del acto, responsables sindicales han justificado las protestas, alegando que la universidad pública está siendo "asfixiada" desde 2007 "poquito a poquito y sin que se note mucho" al ir reduciéndose paulatinamente su presupuesto, según César Gallo, de CCOO.
Gallo ha subrayado que los sindicatos han advertido desde hace tiempo a los rectores de lo que iba a suceder, y les ha retado a que "planten cara a la Comunidad".
Desde UGT, Marcelino Prado ha coincidido en que el Gobierno de Aguirre viene haciendo recortes desde hace años, "poniendo en grave crisis" la viabilidad de la universidad madrileña y avanzando hacia su futura privatización.
