viernes. 29.03.2024

Artículo firmado por Carmen Ortiz. Fabiola Salcedo. Candelaria Jáudenes. José Manuel García Vázquez. Esteban Galera. Alfredo Carralero. Javier Gimeno.

“Mundos que queremos promover/vivir, donde cada / uno y cada palabra cuenta y se enriquece / con nuevas procedencias, donde las / confluencias rezuman y fluyen por umbrales / donde transcurrir, sin entrar ni salir, sencillamente / circulando. Estando. ¡Abrazando!”. (Colectivo Oozebap)

Presentación y objetivos

Este texto en tres entregas expresa las reflexiones y la inquietud ante la gravísima situación actual de un pequeño grupo de personas no conocidas públicamente. Grupo constituido por una médico radióloga, una profesora de Historia Antigua y arqueóloga, una prejubilada, dos funcionarios administrativos, un informático jubilado y un bibliotecario. 

Abogamos por la creación de una Plataforma progresista unitaria donde converjan todas las iniciativas surgidas en los últimos meses, que reúna al más amplio espectro posible de colectivos y fuerzas sociales, culturales, profesionales, sindicales, políticas, etc.

Tales iniciativas son fecundas en ideas, propuestas y alternativas, muchas de ellas de gran calado. Ofrecen, de hecho, soluciones a los problemas que aquejan a la inmensa mayoría lo suficientemente sólidas y viables como para constituir un programa con propuestas alternativas posibles a las políticas neoliberales: soluciones para la sanidad pública, para la vivienda, para la educación o la investigación científica, el transporte público, el desempleo, la exclusión, y un largo etcétera.

Existen, pues, suficientes mimbres y experiencia para constituir una verdadera alternativa de Gobierno en las próximas elecciones generales que diera la oportunidad de acometer una política de justicia social. Se trataría entonces de converger en una Plataforma sobre la base de cuanto nos une.

Apoyamos, obviamente, la convocatoria de un referéndum y, si se dieran las circunstancias oportunas, la convocatoria de elecciones anticipadas.

Las personas interesadas en sumarse a esta propuesta pueden hacerlo escribiendo a cualquiera de las siguientes direcciones de correo electrónico indicando su nombre, apellidos y (si lo desea) ocupación, así como propuestas de ideas, sugerencias, críticas y/o aportaciones a este texto, etc:

jmgarciavazquez@gmail.com / acarralero@telefonica.net / estebangalera@yahoo.es / fabgarces@gmail.com / cortizi@telefonica.net / jvrgimeno@gmail.com

Ideas sustanciales contenidas en el texto:

-Esta crisis es una estafa cuyos causantes son conocidos pero no perseguidos
-Es crisis sistémica, ética, social, cultural, además de económica
-Se edulcora con un neolenguaje plagado de eufemismos para justificar medidas injustas y antisociales
-Reivindicamos una solución política en defensa de la democracia
-Pedimos la unidad de todas las fuerzas de progreso para exigir un referéndum, destituir al gobierno y convocar elecciones anticipadas
-Proponemos medidas urgentes a favor de los más vulnerables
-Podemos lograrlo. SE PUEDE
-Este texto parte de gentes anónimas para recabar el apoyo de más gente

Quiénes somos

Las siguientes reflexiones son propias de personas no conocidas públicamente,  pero, como la gran mayoría, hondamente preocupadas y alarmadas por la situación española, europea y mundial.

No representamos a nadie ni pretendemos ser portavoces de otras personas pero tenemos la impresión de que algunas de las cosas que decimos y de las propuestas que hacemos están en las mentes de gente que, como nosotros -en el caso de los desempleados, mucho más-, sufren esta situación que viene en llamarse crisis. Muchas de nuestras ideas y propuestas están basadas en reconocidos analistas y, sobre todo, en las alternativas y reivindicaciones de los movimientos sociales y las mareas cívicas surgidas en los últimos tiempos.

Cómo vemos la situación actual

Para muchos de nosotros esta llamada crisis no deja de ser un eufemismo de estafa económica, cuyos causantes, pensamos también como muchas otras gentes, son individuos conocidos procedentes del mundo de las finanzas y de cierta política; conocidos pero no perseguidos, ni mucho menos juzgados ni condenados.

Y también estamos convencidos de que esta crisis es sistémica: es social y cultural, y ética, no únicamente económica, lo es también de valores, de modos de vida. Como tampoco nos cabe duda de que su origen radica en un modelo económico basado en el fraude, en la corrupción o el despilfarro, en la codicia y en la usura desmedida, en la especulación, en lo que, en el caso español, se materializa, entre otros aspectos, en la llamada burbuja inmobiliaria.

“No hay dinero”; “Hay que hacer ajustes severos”; “España tiene que cumplir los objetivos de déficit”. Son eufemismos intrínsecos a las perversiones del lenguaje, fruto de la neolengua de Orwell, propia de un discurso hegemónico destinado a extender el llamado victim blaming, por el cual se hace responsable a la víctima de su propia tragedia, con el fin de hacernos creer que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Discurso edulcorado con una apelación constante al “sentido común”, al imperativo de la “realidad”, a lo que “Dios manda”, donde “no hay derechas ni izquierdas”.

Así, la única solución a esta crisis es someternos a durísimas medidas de ajuste que afectan a derechos sociales, individuales, económicos e incluso a las libertades. A la postre, a un sufrimiento insoportable para todos, en especial, los más vulnerables, como si se tratase de un castigo y su correspondiente penitencia.

Durísimos recortes en políticas sociales; tasas de paro en crecimiento imparable (en muchos casos sin ningún tipo de cobertura); reducción drástica de salarios; amenaza de recortes a las pensiones; disminución e incluso desaparición de servicios públicos básicos; drástico deterioro y encarecimiento de la sanidad, de la educación y de los servicios sociales; desprestigio de los empleados públicos y otros colectivos; corrupción por doquier; desafección de la política. Todo ello aderezado con gravísimos atentados a libertades y derechos de expresión, de reunión y de manifestación, con una violencia inusitada por parte de la policía y con muy graves acusaciones a los detenidos.

Frente a los ciudadanos que nos expresamos, el gobierno opone a las “gentes de bien”, aquella mayoría silenciosa que permanece callada en sus casas sin causar alboroto, “sin crear más problemas de los que ya tenemos”, resignada, trabajando para “sacar a España adelante”.

(Fin de la 1ª parte)

Porque sabemos que SE PUEDE (1)