miércoles. 24.04.2024
Asamblea_Nacional_de_Francia

EFE | Un colectivo formado por 285 políticas y universitarias francesas, conocidas en su inmensa mayoría por su orientación de izquierdas, reclaman un #MeToo en el terreno político en vísperas de las elecciones presidenciales y legislativas, para excluir a los hombres señalados como depredadores sexuales.

En un artículo publicado este lunes en Le Monde, las firmantes hacen notar que entre los candidatos o potenciales candidatos al Elíseo en los comicios de abril de 2022 hay tres -a los que no identifican- que "están citados en numerosos testimonios de agresiones sexuales".

Denuncian que eso no les impide considerarse "dignos de ocupar la magistratura suprema", lo que a su juicio ilustra "hasta qué punto la condición de las mujeres y de las víctimas les resulta indiferente".

De igual forma, señalan que entre los 577 diputados de la Asamblea Nacional hay algunos que son "autores de violencias sexistas y sexuales", con el objetivo de que se tenga en cuenta de cara a los comicios legislativos de junio del año próximo, en que se renovará la cámara.

"La política -escriben- debe asumir sus responsabilidades y descartar a los autores de violencia sexual y sexista de sus filas y dar ejemplo en sus designaciones".

Por eso, reclaman a los responsables de los partidos que asuman tres compromisos para ni investir, ni apadrinar ni contratar a una persona sobre la que pesen sospechas de ese tipo de actos.

Entre las firmantes hay conocidas figuras de los ecologistas, como la diputada Karima Delli, del Partido Socialista, como la senadora Laurence Rossignol, o de La Francia Insumisa, como la diputada Danièle Obono.

También aparece, por ejemplo, la diputada Delphine Bagarry, que fue elegida por el partido del presidente, Emmanuel Macron, pero que por múltiples disensiones se ha apuntado en un nuevo grupo bautizado Ecología, Democracia, Solidaridad.

Estas 285 mujeres constatan que en los últimos años ha habido "progresos" en la transparencia financiera de la política y afirman que hace falta algo similar en lo que respecta a la violencia contra las mujeres y los niños.

"Garantizar el carácter democrático de nuestra política -concluyen- significa permitir que cualquiera se comprometa en movimientos políticos sin correr el riesgo de ser víctima de violencia sexual y sexista".

"Significa -añaden- respetar a las electoras y a los electores. Significa afirmar que la tolerancia cero contra la violencia contra las mujeres y los niños es una línea que no permite ninguna derogación".

Políticas francesas de izquierdas reclaman un #MeToo para las presidenciales de 2022