viernes. 19.04.2024
papa1
Schulz junto al Papa en una reciente visita del presidente del Parlamento Europeo al Vaticano. (Foto: PE)

El Parlamento Europeo perderá credibilidad ante millones de personas alejadas de la Iglesia Católica

El Papa Francisco visitará a “sus ovejas” en tierra concordataria, es decir en “tierra vaticanista” y por unos minutos (u horas) el Parlamento europeo se convertirá en un verdadero templo. ¿Sacralizado, después de la visita?

Y en tierra vaticana, porque Estrasburgo es la capital del departamento francés que conserva un Concordato napoleónico que contradice la ley de separación del Estado de la religión de 1905. Allí donde un alcalde del partido socialista francés dijo en febrero de 2012: Soy alsaciano, laico y favorable al Concordato. Curioso.

Y lo hace mientras el centro y la derecha política, junto al populismo-escéptico europeo, integrado más del setenta por ciento de los eurodiputados están llevando a Europa a un caos social de dramáticas consecuencias en muchos países, con la limitación de derechos de todo tipo y en donde las nefastas medidas económicas, están siendo suicidas, incluso para el propio sistema capitalista.

Un Papa extremadamente populista recalará en Estrasburgo, previsiblemente, el próximo 25 de noviembre, día que la iglesia católica celebra, la festividad de diversos santos y santas, entre ellos: san Márculo, san Adano, santa Jucunda… y Santa Catalina de Alejandría, dicen que fue virgen y mártir, aunque todo apunta a que es una de las muchas fábulas de la cristiandad, en este caso para estimular a los creyentes en la “fidelidad a la fe”, por encima de la razón.

Eso es. Fidelidad a la fe. Lo único que nos piden a los ciudadanos y ciudadanas europeos: mucha fe. Porque la razón, las instituciones europeas, la abandonaron casi desde el inicio del proyecto.

En el púlpito de Estrasburgo, el jefe de la iglesia católica ofrecerá el “bálsamo de la fe”, base fundamental de toda religión. Posiblemente tratará de “sacar pecho” como líder de una supuesta “iglesia de los pobres”, de los desamparados, de los desterrados, de los sin techo…  Se pronunciará contra las guerras, contra los problemas que hoy tiene la humanidad,  hablará a favor de la paz…Llamará a la convivencia. Vamos nada nuevo, aunque no está mal recordarlo de vez en cuando. Lo grave es que casi siempre, está cargado de retórica… por parte de los líderes religiosos y de los líderes políticos.

Se dirigirá a los diputados y diputadas que, desde hace años, han “abrazado” el liberalismo económico, la explotación del ser humano por el ser humano, la destrucción de los servicios públicos, la privatización de todo lo que de beneficios y, claro, por supuesto de los eurodiputados que propugnan la financiación pública de las escuelas católicas… cuestión que tanto el papa populista.

Pero Francisco, posiblemente, no hablará de los “pecados” que él representa: De la acumulación, el expolio y usurpación de riquezas “mundanas” que la iglesia católica viene haciendo durante siglos y en casi todo el mundo; de la participación activa de sus asociaciones en la política, con la finalidad de tratar de imponer la moral católica a toda la ciudadanía; de cómo no pagar impuestos de su patrimonio y negocios en los diferentes Estados que se lo permiten; de la participación en prósperas empresas de todo tipo (que forman parte de “ese capitalismo” que él proclama “condenar”); de por qué estimulan y fomentan grupos católicos integristas y, de por qué,  se han alineado como regímenes fascistas, sin que nunca hayan pedido perdón; de por qué mantiene, en su seno, clérigos que proclaman la homofobia o la misoginia;  o por qué que ocultan casos de pederastia… (sí, sí, lo ocultan… a pesar de las posibles “llamadas telefónicas” del Pontífice a una presunta víctima…) Y, por supuesto, no justificará el por qué la iglesia católica oficial no ha firmado, todavía, una parte muy importante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de diversas Convecciones de la Infancia.

Eurodiputados, de diversos grupos, escucharan -muy atentos- al santo padre, jefe de los católicos... Porque, ¿qué mejor que el púlpito del Parlamento europeo, para hacer proselitismo religioso? ¡Y a invitación del Presidente Schulz!, precisamente, miembro del Partido de los Socialistas Europeos (PSE). ¡No se “cortan un pelo”!

Diferentes movimientos cristianos de base, entre ellos la Alianza Cristiana por la secularización de Europa o la Alianza por una Europa Laica se han dirigido al presidente del parlamento expresando su malestar y la inconveniencia ética de dicho acto. También han enviado quejas entidades como: Redes Cristianas, Católicas por el derecho a decidir, Federación Humanista Europea, Oficina europea de la libre Pensée,  la asociación Europa Laica, la Liga europea de los derechos de las mujeres y multitud de organizaciones feministas de distinta orientación, diversas organizaciones europeas de la lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, diferentes colectivos de ateos y librepensadores europeos, líderes de otras iglesias cristianas europeas. Shultz, hasta ahora, ha dado una callada por respuesta. ¿Qué va a responder?

También se han manifestado en contra, hasta ahora, los eurodiputados de la Izquierda Plural españoles, otros eurodiputados de diversos grupos básicamente de la izquierda europea y, muy activamente, el líder de la izquierda francesa Mélenchon.

También hay quienes, desde diversos ámbitos ideológicos, respaldan esa presencia, con el respetable argumento de que es una importante personalidad religiosa, además de jefe de un Estado, eso sí “ficción”, por acuerdo con el dictador Mussolini.

Quizá pueda consistir en un “pacto” o un “apaño” entre líderes de un Parlamento bastante desacreditado y el líder de una importante religión -pero muy a la baja- por multitud de razones, sobre todo entre los más jóvenes, en muchos lugares del mundo, especialmente de Europa y América latina, en donde, por un lado, se percibe una creciente secularización y por otro lado, hay un aumento considerable de otras religiones emergentes de origen cristiano o sincréticas. 

El Papa ganará mucho: unas cuantas horas de popularidad mediática, que tanto le gusta.  Y el Parlamento europeo perderá credibilidad, ante millones de personas alejadas de esa religión, al convertirlo en un púlpito de la jerarquía católica, de forma injustificada, alineándose con unos dogmas, con una religión, que entre otras cosas, como antes se indicaba, no ha firmado una parte muy importante de los Convenios internacionales sobre Derechos Humanos y que pone en cuestión o combate -en ocasiones muy virulentamente- en todos los países de la Unión, leyes aprobadas democráticamente, hace que sea es inaudito y perverso el que se le haya invitado.

Los Estados y sus instituciones públicas a lo suyo, y las religiones a lo suyo…


Por Francisco Delgado | Presidente de Europa Laica

El Papa en el púlpito de Estrasburgo