viernes. 19.04.2024
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Foto de Palestinalibre.org

Marte avanza con paso de trueno y Palestina se vista de sangre. Israel está perpetrando un nuevo ataque sobre la exhausta franja de Gaza. Año tras año la situación en Palestina empeora. Los ataques indiscriminados que sufrió la franja desde finales del 2008 han dejado un reguero de muertos y de sufrimiento en la población civil, donde la infancia siempre lleva la peor parte. Según las autoridades palestinas, desde el inicio del ataque se ha producido 192 muertes, de las cuales 57 corresponden a la infancia, y más de 1100 heridos, e Israel tuvo 10 muertos. El ataque del ejército israelí está destrozando infraestructuras esenciales como agua, redes de alcantarillado, luz, calles y viales que impiden el movimiento de los equipos de emergencia.

Antecedentes

En el año 2005 se realiza la retirada de colonos de la franja de Gaza, de forma unilateral: de los cerca de 8000 colonos solo unos pocos colonos se negaron a abandonar el lugar. Pero ¿dejaría Israel a la población de Gaza tranquila? Años después se verían las verdaderas intenciones del gobierno israelí.

El 27 de diciembre de 2008 se lanzó sobre la población la denominada, Operación Hierro Fundido, ataque que duró 23 días y que está considerado como el más feroz sufrido por Palestina desde la ocupación. En dicho ataque, aproximadamente se destruyeron, total o parcialmente, 20.000 viviendas y 57 edificios del Organismo de Obras Publicas del Socorro Internacional de Naciones Unidas. Se destruyeron 356 escuelas; 5 de ellas servían de refugio temporal para familias afectadas por la destrucción de sus viviendas. El terrible ataque del ejército israelí, además ha dejado enfermedades crónicas que no podrán recibir atención médica por el asedio constante que sufre la zona.

El informe del C.P.D.H. (Comisión Palestina de Derechos Humanas) indica que el ataque tuvo 1.414 víctimas de las cuales 99 fueron niñas y 214 niños. Estudios médicos alertaron de las secuelas sicológicas que pesa sobre la infancia. A las  mutilaciones y demás afecciones físicas hay que añadir la sobrecarga que el frágil psiquismo infantil debe soporta tras la permanente situación de angustia. Además de los niños y niñas asesinados, 1606 resultaron afectados por mutilaciones, por afecciones crónicas o graves lesiones que les impedirán levar una vida normalizada. La situación de precariedad que vive la zona impidió que muchos heridos pudieran recibir la atención necesaria para recuperarse, por lo que muchas víctimas han quedado inválidas o con secuelas de por vida. Los datos de los heridos fueron tomados del Ministerio de Sanidad Palestino. El informe indicó que las armas utilizadas y la forma de los ataque están prohibidas por las normas internacionales.

Existen diversos informes del Centro Palestino para los Derechos Humanos (C.P.D.H.), que ponen de manifiesto la situación de penuria y terror que vive la zona. Los sucesivos ataques del ejército de Israel a la población de Gaza han producido multitud de victimas, además de la continua destrucción de su débil infraestructura. 

En 2014 un nuevo ataque, llamado Margen Protector volvió a bombardear la franja de Gaza. La Oficina de Naciones Unidas estimó que el 70% de la matanza fueron civiles, entre los cuales se encontraban mujeres, niñas y niños. Según el Ministerio de Salud de Gaza, el ataque se saldó con las muertes de 2.310 palestinos y 11.500 heridos, mientras que las bajas de Israel fueron 66 soldados y 1.300 heridos. El 26 de agosto, tras cincuenta días de ataques a Gaza, se firmó el alto al fuego, lo que llevaba aparejado la apertura de todos los pasos fronterizos para poder iniciar la reconstrucción de la zona, algo que no llegó producirse.  

Ataques indiscriminados

El ataque contra civiles está prohibido por El derecho Intencional Humanitario, además de ser un crimen de guerra, según la Corte Penal Internacional. Por si ello no fuese suficiente, están las leyes de protección del niño redactadas en la IV Conferencia de Ginebra, y en los Convenios de Derechos Humanos; toda esas normas han sido vulneradas por el gobierno israelí.

Los ataques indiscriminados son considerados crímenes de guerra y son los siguientes:

1) Los que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto

2) Los que utilizan métodos de combate que no pueden dirigirse contra un objetivo militar concreto.

3) Los métodos o medios de combate que no pueden limitarse, como exige el Comité Internacional de la Cruz roja, Derecho Internacional Humanitario año 2005 en su regla 12.

Por si fuesen pocos los datos y la trágica descripción que hace el informe del Centro Palestino de Derechos Humanos, el gobierno egipcio impidió la entrada a Gaza de un convoy humanitario, compuesto  por más de 1000 personas de diferentes países. Dicha prohibición motivó protestas y diversas manifestaciones; de ellas surgió un movimiento internacional de intelectuales por Los Derechos del Pueblo Palestino. Dichos intelectuales indicaron que el único peligro real que puede esperar Egipto es el de Israel, dada las históricas intenciones de sus diferentes gobiernos para crear la Gran Israel, desde el Nilo hasta el Eúfrates. El cruce fronterizo de Rafat era el único lugar por el que se introducían alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad.

Los hechos demuestran que la retirada de los colonos de la franja de Gaza que realizó el gobierno hebreo no pretendía dejar tranquilos a los palestinos, sino aislarlos para consumar el genocidio con ataques indiscriminados, negación de auxilio propio e impedir que otros lo hagan, además de ejercer un fuerte influjo sobre países limítrofe. Una vieja táctica militar, aunque no siempre sale bien.

Hace más de una semana que Gaza vuelva a ser atacada sin que la ONU, institución desgatada por su inoperancia, ponga fin a la situación que arrastra Palestina desde 1948. La UNU es incapaz de hacer cumplir las resoluciones que dicta sobre la zona. La Resolución 242 del Consejo de Seguridad, fue adoptada por unanimidad del Consejo de seguridad, el 22 de noviembre de 1967, seis meses después de la Guerra de los Seis Días. La Resolución "exige la instauración de una paz justa y perdurable en Oriente Medio", pasando por "la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días y "el respeto y reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial y la independencia política de cada Estado de la región, y su derecho a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de amenazas y actos de fuerza."

Se vuelve a hablar de la urgencia de reunir al Consejo de Seguridad de la ONU, de la presencia de un representante de Israel para establecer el necesario diálogo con las autoridades palestinas. Pero ¿servirá de algo? o será solo una tregua más hasta la próxima escalada sangrienta.

Palestina: el genocidio continúa