viernes. 29.03.2024
CASADO

El líder del Partido Popular ha criticado que el presidente Pedro Sánchez utilice el término científico "inmunidad de rebaño" alegando que «España no es un rebaño», añadiendo a continuación que «somos un pueblo libre que queremos leyes que nos protejan en la salud sin arruinarnos». Vaya obsesión por la libertad y cuanto nos machaca la derecha con este derecho inalienable desde las pasadas elecciones madrileñas. Es como si los popularesse hubieran venido arriba reivindicando una libertad que ha perdido parte de su esencia (libertad o comunismo repetían; libertad o fascismo, les respondía la izquierda como en un juego de niños) al ser  utilizada por esos jóvenes que celebraron el final del estado de alarma con noctámbulos aquelarres de etílica fraternidad, apelotonados, exultantes, sin mascarilla y también sin vergüenza, al grito de «la gente necesita libertad» o la terrorífica frase pronunciada aquella noche por un anónimo juerguista, reproducida varias veces por La Sexta: «si quiero infectar, infecto porque soy libre para hacerlo».

Pero dejemos la libertad para ulteriores reflexiones y regresemos a ese rebaño al que el señor Casado se niega a pertenecer, sin darse cuenta de que hizo el ridículo al conferirle rango peyorativo a un término científico (“Inmunidad de rebaño o grupal”) que desde hace muchas décadas es utilizado en epidemiología. Porque, en lo referente a infecciones y epidemias, hablar de rebaño no es proferir un insulto contra la ciudadanía, algo que avalo por mi condición de médico y porque, entre muchas otras disciplinas, me formé en epidemiología. La inmunidad de rebaño (también conocida como “inmunidad colectiva” o “inmunidad de grupo”) hace referencia a la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa que se alcanza cuando una población consigue hacerse inmune, bien a través de una campaña de vacunación, o también cuando esa población se infecta y sufre la enfermedad. Lo recomendable es siempre conseguir la inmunidad colectiva mediante la vacunación, impidiéndose así casos y muertes evitables. La inmunidad de rebaño es sólo un fenómeno bioestadístico que surge en una población cuando parte de ella se hace inmune a una enfermedad infecciosa, pero nunca una ofensa. 

Circula por los mentideros la certeza de que tanto el señor Casado como casi todos políticos de cualquier ideología, reciben cada mañana una nota con una frase o un juego de palabras presuntamente ingenioso para que los utilicen en sus comparecencias. Sin embargo, los asesores no son infalibles y mas que fiarse ciegamente de sus consignas, los políticos deberían ser cuidadosos antes de utilizarlas. Independientemente de su color político, quienes intervienen en los medios de comunicación, tertulias, actividades parlamentarias y mítines, suelen estar cortados por un mismo patrón de mediocridad, sobre todo cuando utilizan frases circulares para no decir nada, o al argumentar tonterías sin base (como la indignación de Casado ante la metáfora del rebaño) con intención de parecer inteligentes en sus ataques al contrario. 

Cuanto se echa de menos la elegancia del insulto inteligente que practicaban los políticos de antaño, y que cansino es soportar el bajo nivel y la zafia ordinariez de quienes recurren a la descalificación sistemática del contrario por carecer de robustez argumental.

Pablo Casado no quiere ser rebaño