martes. 23.04.2024
  • A pesar de lo cual, la legitimidad y confianza de la sociedad española en el trabajo de las ONGD no solo se mantiene, en algunos casos también aumenta
  • Compromiso Internacional ineludible en la lucha contra la pobreza frente a la ausencia de interés del Estado español en la Agenda Internacional de la Ayuda
  • Desincentivar el tejido social solidario como garante  principal de los compromisos con el desarrollo debilita la cohesión social
  • Las ONGD deben potenciar aquellos ámbitos de trabajo que la sociedad española necesita (EpD) y demanda (IP)

“En 2013 y 2014 ha vuelto a reducirse el presupuesto de cooperación. Los 1.815 millones de euros aprobados en los Presupuestos Generales 2014 son un 22% menos que la cifra de aquellos de 2012”

El Laboratorio de la Fundación Alternativas ha presentado El impacto de la crisis sobre el tejido social solidario de España: efectos y reacción de las ONGD frente a la crisis, un documento de trabajo elaborado por Kattya Cascante y Erika Rodríguez, editado en colaboración con la Fundación de Iniciativas para la Paz(Fundipax). 

Las autoras, acreditadas expertas en relaciones internacionales y cooperación internacional y ayuda al desarrollo, analizan la situación de las organizaciones no gubernamentales (ONGD) en la España de la crisis. De figurar como séptimo mayor donante antes de desatarse la crisis, España ha erosionado su tejido social solidario a base de recortes y reformas legislativas (leyes de Subvenciones a ONGD, Seguridad Ciudadana, Transparencia y Educación).

“En 2013 y 2014 ha vuelto a reducirse el presupuesto de cooperación. Los 1.815 millones de euros aprobados en los Presupuestos Generales 2014 son un 22% menos que la cifra de aquellos de 2012”, ha explicado Kattya Cascante, coordinadora del panel Cooperación al Desarrollo de la Fundación Alternativas y coautora del estudio, en rueda de prensa. “Se justifican los recortes para facilitar la recuperación económica de España, como si el ahorrarse un presupuesto tan menor (un 0,5% del PIB nacional en su momento más alto) pudiera implicar tal cosa”, ha puntualizado Erika Rodríguez, coordinadora del panel América Latina en la Fundación Alternativas y coautora del informe.

Cascante y Rodríguez lamentan la desgana de los poderes gubernamentales y susincumplimientos mientras aplauden la voluntad de la sociedad española, que mantiene su confianza en las ONGD pese a la crisis. Con todo, “la ciudadanía recibe mensajes confusos y contradictorios sobre una materia en la que no ha recibido educación formal alguna y sobre las que dispone solo de algunas interpretaciones propias, tan subjetivas como oportunistas”, han explicado.

“En el quinquenio anterior a la transición democrática las asociaciones aumentaron a un ritmo de 1.000 asociaciones por año, mientras que actualmente ese ritmo es de 2.568 anuales”, ha informado Mayte Serrano, directora de la Coordinadora de Organizaciones al Desarrollo (CONGDE), quien ha sugerido a las organizaciones que destinen mayores esfuerzos a incidencia política, puesto que las ONGD han enfrentado la crisis con menos recursos económicos pero también con menor apoyo político, como concluyen las autoras de El impacto de la crisis sobre el tejido social solidario de España: efectos y reacción de las ONGD frente a la crisis.

“Desde el Gobierno se consideran los recortes en la política de Ayuda como imprescindibles para mantener nuestro estado del bienestar”, han continuado las autoras. “Se pretende delimitar la pobreza, como si ésta fuera un asunto local, donde se pudieran aislar las causas de las desigualdades globales, sin una responsabilidad compartida”, precisaron. “Los recortes en ONGD no son tan grandes como en otros ámbitos pero su impacto social es mayor”, ha agregado José Antonio Sanahuja, experto en cooperación al desarrollo.

Sin embargo, entre 2008 y 2009, un 20 y un 30% de las entidades dejaron de ser “activas”. En 2011, casi el 42%. “Más que desaparecer muchas de las organizaciones parecen haber entrado en una especie de letargo”, ha matizado Erika Rodríguez.

A pesar de que más del 60% de la financiación privada se dedique a programas de acción social, la cooperación internacional está ganando peso con un aumento de cinco puntos porcentuales. En este sentido, Francisca Sahuquillo, presidenta de Fundipax, ONG coeditora del documento, ha defendido la transparencia de un tercer sector cuyas ONGD “están muy auditadas y son mucho más transparentes que las empresas o los poderes públicos”.

Por iniciativa de la propia sociedad, se han transformado ciertos eventos sociales en verdaderas campañas de movilización de recursos solidarios.   “La juventud española vive en red en un mundo global y tiene más empatía con la cooperación al desarrollo”, ha reivindicado Belén Barreiro, directora del Laboratorio de la Fundación Alternativas

Las expertas concluyen el estudio con una batería de recomendaciones en orden a profundizar en la interlocución de los problemas de desarrollo en la sociedad española, incluir y apoyar a la sociedad civil como un actor de pleno derecho en la política de ayuda al desarrollo e invertir en educación e incidencia política sobre temas de desarrollo ya que permite “tener conciencia del mundo que nos rodea”.

Las ONGD frente a la crisis: menos apoyo económico pero también político