Una vez cantado el “pobre de mí, pobre de mí se han acabao las fiestas de San Fermín” toca empezar a esperar los siguientes. Como dice Fernando Savater en su magnífico artículo de El Pais el pasado 14 de Julio ¿Qué es el resto del año comparado con San Fermín?
“Estalla el chupinazo, se abren los portones, suenan las esquilas como las campanas medievales tocaban a rebato para avisar la llegada del enemigo y salen los morlacos con su galope engañosamente pesado, ominoso. Se inician las carreras, los quiebros, tropezones y caídas, regates audaces, cornadas al paso, el riesgo feliz de los que aún no temen estar vivos. Quién pudiera, ay, quién pudiera...”
Joseba, el alcalde y Aritz, el concejal de seguridad dan una rueda de prensa con datos y más datos. Las toneladas de basura recogidas, el número de turistas, de borrachos, de vasos regalados, de detenidos, etc. etc. Algún día deberían contar también el número de sonrisas, de abrazos, de comidas y cenicas celebrados por las peñas, de aúpas y agures dichos en esos siete días. Sin duda serán infinitos.
Durante un mes, por lo menos, los analistas sanfermineros disertarán sobre lo que ha estado bien, lo que ha estado mal y lo que se puede mejorar para años venideros. La conclusión será seguir encerrando más el encierro, aumentar la seguridad por encima de la espontaneidad y al paso que vamos dar un premio a la primera ganadería que baje de los dos minutos en llegar a toriles confundiendo el encierro con una olimpiada.
Savater propone que los toros salgan de dos en dos para que el encierro sea más largo y poder él disfrutar más desde su sillón mañanero disfrazado de corredor con el pañuelico y el Abc en la mano. No parece muy sensato. Por cierto ningún corredor lleva el Abc en la mano, sino el Diario de Navarra, el Noticias o el Gara. En Pamplona se deben vender dos o tres ABCs como mucho.
Igual la vía para darle otro aire a los encierros es imaginar “encierros paralelos” como el que estos mozos han dedicado al Navarrico más universal de los últimos tiempos con permiso de Sarasate y San Francisco Javier. No te lo pierdas.
