jueves. 25.04.2024

España está en estado de alerta, pero las mujeres que sufran la violencia de género, sus hijas y sus hijos han de saber que no están solas. Han de saber que están protegidas y amparadas porque es un deber político y social que el Gobierno feminista de Pedro Sánchez tiene muy claro. Todas y todos hemos de combatir la lacra social del machismo. El machismo mata, sí, hay que decirlo alto y claro. El machismo mata a las mujeres solo por el hecho de ser mujeres.

En estos días de confinamiento y de encierro que vive la sociedad española se agrava el problema de la violencia de género, porque la víctima convive con su maltratador las 24 horas del día.

No hay ni un momento de respiro. Son 24 horas en las que el miedo de lo desconocido por los efectos de este virus, agrava aún más el miedo a la agresión física o psicológica, o ambas a la vez, del maltratador. El miedo a saber que tu vida como mujer corre peligro, pero también la de tus hijas e hijos.

El Gobierno aprobó el 31 de marzo el Real Decreto-Ley de medidas urgentes en materia de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género. Se trata de un conjunto de decisiones concretas, hechos y no palabras, para proteger a todas las víctimas de violencia, no solo de género, sino también de explotación sexual, trata o agresiones sexuales, en estos momentos particularmente sensibles.

Porque para este Gobierno la atención a las víctimas es un “servicio especial” que no se aplaza por el confinamiento. Por eso, las organizaciones, asociaciones o servicios para víctimas de violencia machista permanecen abiertos y disponibles para seguir ayudando a estas mujeres.

El decreto no es papel mojado, sino que garantiza la prestación de los servicios de información y asesoramiento jurídico las 24 horas del día y se asegura sin interrupción el normal funcionamiento del servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de violencia de género (ATENPRO). Además, añade un nuevo servicio de atención psicológica.

Se garantizan también los servicios de acogida, el normal funcionamiento de los centros de emergencia, pisos tutelados y alojamientos seguros. Y si están cubiertas todas las plazas, las Administraciones Públicas competentes podrán disponer el uso de los establecimientos de alojamiento turístico. En el combate contra el machismo asesino no hay tregua ni se escatiman recursos.

Las víctimas han de saber que funcionan con normalidad los servicios de seguimiento por medios telemáticos y que el estado de alarma y el confinamiento no excluye el cumplimiento de las medidas cautelares y penas de prohibición de aproximación. El maltratador que haya sido condenado por un juez a no acercarse a la víctima sigue sin poder hacerlo. Ni antes ni ahora.

También existe una aplicación del Ministerio del Interior que refuerza la protección de las víctimas de violencia de género y del personal sanitario con el nuevo "Botón SOS" de la aplicación AlertCops. Una llamada puede salvar una agresión y quién sabe si también una vida.

En estos días de confinamiento, las paredes hablan. Si estamos viendo como el comportamiento de la ciudadanía es ejemplar quedándose en casa, también este comportamiento debe ser ejemplar para avisar o denunciar cualquier indicio de violencia de género. No miremos hacia otro lado. Si sabemos que a nuestro alrededor puede existir algún indicio, ponlo en comunicación de la policía y de las instituciones. El silencio nos hace cómplices y ahora, más que nunca, no hay que callar.

Susana Ros Martínez | Diputada del PSOE por Castellón. Portavoz Adjunta GPS.

No estás sola