viernes. 29.03.2024

El hecho de nacer mujer es un valor a la baja en el mundo. Las agresiones están a la orden del día siendo la industria sexual el segundo negocio ilegal más lucrativo.

Aunque mucho se habla de corrupción o negocios sucios, la realidad es que pocas veces se hace hincapié en que, tras el tráfico de armas, la compra- venta de mujeres es el segundo negocio más rentable del mundo. Incluso más que el narcotráfico.

Diferentes estudios coinciden en que alrededor de cuatro millones de mujeres y niñas son compradas o vendidas mundialmente al año para obligarlas a ejercer la prostitución, matrimonios forzosos o simplemente para tenerlas como esclavas. Naciones Unidas pone a Tailandia en la cabeza de los países que ejercen estas prácticas seguida de China, Nigeria, Albania, Bulgaria, Bielorrusia, Moldavia y Ucrania.

“En Europa se calcula que cada trabajadora sexual deja un beneficio de cien mil euros por año a su proxeneta y cada uno de ellos regenta al menos de 20 a 25 mujeres”, afirma el Catedrático de Economía Aplicada, Roberto Velasco en su último libro “Las Cloacas de la Economía”.

América Latina no se libra de esta plaga. Para la organización Save de Children la frontera entre Guatemala y México es un punto importante para las mafias que quieren explotar a esas jóvenes que sueñan con ir a Estados Unidos a trabajar. Tampoco hay que olvidarse de la población mexicana de Ciudad Juárez en donde durante años ha sido la ciudad más peligrosa del mundo, contagiando esta plaga de feminicidio a toda Centroamérica.

Pero no sólo ocurren estos hechos en zonas empobrecidas. En plena campaña electoral en Estados Unidos escuchamos con pavor al candidato al senado por Missouri del Partido Republicano, Todd Akin, afirmando que normalmente las mujeres que han sido violadas no se quedan embarazadas. “El cuerpo de la mujer tiene mecanismos para evitar el embarazo cuando sufre una violación legítima”, afirmó sin rubor. La conclusión a la que llegó el candidato a Senador ya era escandalosa pero todavía lo es más la definición de violación legítima.

Este desprecio hacia la mujer llega a sus límites extremos en los conflictos bélicos. Miles de mujeres fueron violadas en las guerras de la antigua Yugoslavia, en el conflicto entre hutus y tutsis en Ruanda, en Centroamérica o el Congo. Las agresiones sexuales fueron y siguen siendo un arma de guerra muy eficaz para herir al enemigo.

El mejor país del G20 para ser mujer es Canadá pero el peor, India, según un estudio de la Fundación Thomson Reuters. En dicho país siguen naciendo más varones que niñas ya que muchas mujeres deciden abortar antes de tener una hija y la violencia doméstica contra ellas, está a la orden del día así como las violaciones. En India las víctimas de violación siguen siendo sometidas a humillantes exámenes médicos por parte de facultativos del cuerpo de policía, incluyendo la llamada “prueba del dedo” denuncia Human Right Watch. En el caso en que puedan introducir dos dedos la mujer pasa a ser “sexualmente activa” por lo tanto no merecedora de ningún respeto. Esta práctica se sigue llevando a cabo a pesar de su prohibición en 2003.

Cada año se practican en el mundo millón y medio de abortos selectivos de niñas especialmente en China, India y Corea del Sur. Otro medio millón de menores de cinco años mueren víctimas de la discriminación en hogares pobres que optan por ofrecer sus escasos recursos a los varones en lugar de a las féminas. Los hombres tienen preferencia a la hora de consumir alimentos.

La esperanza que en un principió contagió “la primavera árabe” se ha esfumado rápidamente. Los que hicieron la revolución eran hombres, llegaron al poder y dejaron las reivindicaciones de las mujeres para más adelante, especialmente los que pertenecen a partidos islamistas. En África, 70 millones de jóvenes han sufrido la ablación a pesar de la ilegalización de esta práctica en la mayoría de los países y Sudáfrica ha conseguido la cifra record: una mujer es violada cada 26 segundos.

Si buceamos por internet, todos los ciudadanos del planeta tenemos al alcance de la mano cientos de entradas a vídeos de violaciones sin que nadie ponga coto a esta jauría.

El mercado de la prostitución también es importante en España pues según Roberto Velasco, los españoles gastan 50 millones de euros al día en esta actividad. Se calculan 15 millones de varones potenciales frente a 400 mil personas que ejercen la prostitución.

No hay que hacer muchos kilómetros para encontrar mujeres trabajando en España en régimen de esclavitud. Sólo hay que ir a los plásticos de Almería y leer el informe “Almería: la historia que nadie cuenta” de la organización Women´s Link Worldwide.

La globalización no está ayudando a las mujeres a reivindicar sus derechos y dignidad y la crisis económica está empeorando la situación. Muchísimas mujeres siguen siendo una mercancía.

Mujeres a precio de saldo