nuevatribuna.es
11 de enero de 2010, 6:29
NUEVATRIBUNA.ES - 11.1.2010
La plataforma de Facebook "Que la Justicia actúe contra el Arzobispo de Granada" sigue sumando adhesiones. En la noche del domingo, nuevatribuna.es recibió un comentario en el que se nos decía que el grupo de personas que exigen responsabilidades al arzobispo Javier Martínez era ya de 19.000. Este lunes, supera los 20.000.
Recordemos que el motivo de la iniciativa ciudadana es que la Justicia actúe contra el arzobispo por hacer "apología de la violencia de género, con el agravante de ser un personaje público y hacerlo desde una tribuna". Los promotores mencionan que ya "se condenó, con una pena de quince meses de prisión al imán de Fuengirola (Málaga), por defender posiciones similares".
La declaración del sacerdotes que ha dado pie a esta movilización fue realizada en el curso de una homilía, el pasado 3 de enero, en la que dijo: Matar a un niño indefenso, ¡y que lo haga su propia madre! Eso le da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella, y se la traga como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquiatras ni todas las técnicas conocen el remedio.
Las palabras de monseñor provocaron la lógica indignación en distintos sectores sociales que las interpretaron como una especie de 'barra libre' para los abusos contra las mujeres. Curiosamente, nos hemos encontrado con interpretaciones que atribuyen la campaña contra el arzobispo a una estrategia de grupos feministas, como la de esta página católica que, además, asegura que monseñor quiso decir justamente todo lo contrario de lo que dijo, esto es, que se pronunció en contra de la violencia de género. Exactamente lo mismo asegura Religion en Libertad.com. Nosotros nos remitimos a lo publicado por la propia diócesis. Y lo cierto es que hay que hacer un gran esfuerzo de imaginación para deducir del texto de la polémica homilía una defensa de las mujeres y una condena de la violencia machista.
La plataforma de Facebook "Que la Justicia actúe contra el Arzobispo de Granada" sigue sumando adhesiones. En la noche del domingo, nuevatribuna.es recibió un comentario en el que se nos decía que el grupo de personas que exigen responsabilidades al arzobispo Javier Martínez era ya de 19.000. Este lunes, supera los 20.000.
Recordemos que el motivo de la iniciativa ciudadana es que la Justicia actúe contra el arzobispo por hacer "apología de la violencia de género, con el agravante de ser un personaje público y hacerlo desde una tribuna". Los promotores mencionan que ya "se condenó, con una pena de quince meses de prisión al imán de Fuengirola (Málaga), por defender posiciones similares".
La declaración del sacerdotes que ha dado pie a esta movilización fue realizada en el curso de una homilía, el pasado 3 de enero, en la que dijo: Matar a un niño indefenso, ¡y que lo haga su propia madre! Eso le da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella, y se la traga como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquiatras ni todas las técnicas conocen el remedio.
Las palabras de monseñor provocaron la lógica indignación en distintos sectores sociales que las interpretaron como una especie de 'barra libre' para los abusos contra las mujeres. Curiosamente, nos hemos encontrado con interpretaciones que atribuyen la campaña contra el arzobispo a una estrategia de grupos feministas, como la de esta página católica que, además, asegura que monseñor quiso decir justamente todo lo contrario de lo que dijo, esto es, que se pronunció en contra de la violencia de género. Exactamente lo mismo asegura Religion en Libertad.com. Nosotros nos remitimos a lo publicado por la propia diócesis. Y lo cierto es que hay que hacer un gran esfuerzo de imaginación para deducir del texto de la polémica homilía una defensa de las mujeres y una condena de la violencia machista.
