La miro (a la montaña) y cada vez le veo más parecido con lo que vivo diariamente. ¿Cómo? Atentos a esta pequeña lista de sensaciones que me vienen, al hacer reflexión sobre lo que me nace internamente, al mirar hacia las cimas.
- La experiencia no es lo que nos sucede, es lo que hacemos con lo que nos sucede.
- Imposible es aquello que no se ha hecho nunca, hasta que alguien va y lo hace.
- La ambigüedad y la complejidad se han mudado a nuestra era para quedarse.
- Los entornos inciertos, complejos, ambiguos y volátiles son una amenaza, ¿un desafío o una oportunidad?
Qué. ¿Os suena? Vamos a darle un poco de formato
La experiencia no es lo que nos sucede, es lo que hacemos con lo que nos sucede.
Siempre que leo esta frase me viene a la cabeza la de cosas que vivimos y pasan por nuestras vidas sin ser aprovechadas, ¿de verdad somos caníbales de experiencias?
Si es así, pienso que nos quedamos solo en el qué del asunto. En la superficie, sin darnos tiempo a saborear el verdadero propósito de cada una de las situaciones que vivimos.
Menuda lástima desaprovechar la infinidad de aprendizajes que podríamos recibir, simplemente prestando atención a lo que nos pasa en nuestro día a día.
Siendo conscientes y observando cada minuto que tenemos, la oportunidad de vivir en esta vida, como yo, ahora, tomando el café en mi nueva casa en Lylestad, Holanda, donde a cada letra reflexiono sobre el tema que os estoy compartiendo.
O por la noche parando y concediéndonos 5 minutos para echar la vista atrás en el día y trabajar las imágenes de situaciones y momentos que vividos en las últimas horas.
En cambio, siempre tenemos excusas para no permitirnos este fantástico regalo que nos podemos dar a nosotros mismos. Todo debido a la velocidad a la que funcionamos. A nuestras ganas de empezar la siguiente experiencia, sin tener en cuenta el post partido de lo recién vivido y pasando al siguiente encuentro vital.
El ritmo, la complejidad, la incertidumbre y a la ambigüedad, han venido ya a nuestra era para quedarse entre nosotros. Estamos obligados, si queremos afrontar nuestras vidas con determinación, a saber gestionarlas y transformarlas en una oportunidad para poder desarrollarnos como personas.
Ahora mismo, me vuelve a venir a la mente la frase inicial del texto y pienso en la cantidad de experiencias vividas en la montaña. A más de 6.000 metros de altura en algunas ocasiones y en otros lugares no necesariamente tan altos.
La montaña, ese entorno incierto, volátil, complejo y ambiguo, muy similar al entorno laboral, empresarial o familiar, es una de las mejores escuelas que conozco para poder gestionar dichas situaciones. El simple hecho de adentrarte en ella te aleja ya de lo conocido. No es más que el inicio del camino. Un camino que nos deparará muchos descubrimientos sobre nosotros mismos. Que traerá situaciones en las que podremos reflexionar sentimientos e instantes donde aparecerá la palabra imposible.
Momentos que viviremos en principio como obstáculos y que, con la actitud adecuada seremos capaces de transformar en un desafío y hacer de ello una oportunidad para aprender.
Para lograr, más adelante ver cómo lo que nos parecía imposible, ahora somos capaces de llevarlo a cabo, confirmando que imposible no es más que aquello que no se ha hecho nunca.
¡Hasta que vamos y lo hacemos!
Jesus Policarpio Queralt
En mi día a día dirijo una empresa de un equipo humano formado por más de 30 trabajadores dedicada a realizar montajes industriales. Mi pasión, la montaña. De la unión de ambos, mi experiencia en la dirección de empresas, y el aprendizaje que me ha dado la montaña, he puesto en marcha el proyecto YOU CAN SUMMIT www.youcansummit.com
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