sábado. 20.04.2024
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Foto: PSM-PSOE

Necesitamos un solo Madrid sin desigualdad

Allí hay muy poco que hacer. Dos bares, ya no quedan tiendas, ya no quedan apenas puestos en los mercados, pero eso sí, el PP cobra lo mismo a los comerciantes sean cuantos sean en el mercado, no ha reducido su tasa. Los comerciantes que aún resisten porque llevan carne o fruta a casa a los vecinos mayores que pueden encargarla y que no pueden bajar las escaleras, porque ni siquiera son mecánicas,  pasan las horas, se miran entre ellos. Pasan las horas, al mercado apenas entra nadie. Son muchos años de ver vaciarse puestos, cerrar una de sus plantas, marcharse a los compañeros.

Frente al mercado hay una galería comercial vacía, pero uno de sus puestos es ocupado como vivienda por una familia; un local a la calle aloja a una asociación que debate y ofrece soluciones a los problemas del barrio. Lo demás está abandonado. Entre sus escaleras, los chavales. Chavales que no tienen nada que hacer, chavales sin perspectiva de trabajo, que viven en la casa de unos vecinos porque los han desahuciado o porque ya no pueden pagar y sus padres no tienen trabajo ni paro. Vecinos que tampoco tienen asistencia sanitaria.

Allí no hay nada. La biblioteca de Orcasur, en obras, como el último cabo de una vela cuya cera se ha derretido. Es Orcasur, su mercado, su caracol, su plaza, su vida. Y así, día tras día. Los sábados, la monotonía de la nada se rompe con un mercadillo que hace la competencia al mercado, ese al que el PP le cobra lo mismo por 20 puestos que por 200.

Paseando hacia San Fermín, hay puestos de comida elaborada de forma ilegal, que no pasa los controles sanitarios, pero con  la que alguno trata de ganarse el pan; y viviendas de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo vendidas a fondos buitre. Hay desesperación en las caras de quienes están siendo expulsados de sus casas y apoyo de sus vecinos, que incluso se ofrecen a alojarlos.

Hay movilización por la cultura, hay hambre de formación en los vecinos de San Fermín que, con la energía de Víctor, han hecho una biblioteca popular. Pero saben que les deben una biblioteca pública y pisan la parcela donde se comprometió su construcción.

Orcasur y san Fermín son dos barrios de Usera, un distrito que ilustra el Madrid que tiende hacia el gueto, el Madrid impulsado a la exclusión, el Madrid del PP, que, con recochineo, les construyó allí  sin generarles ni un solo puesto de trabajo, la Caja Mágica.   

Hoy, tres años después de recorrer con Jaime Lissavetzky barrio a barrio, hemos podido comprobar a fondo que hay dos Madrid: el de la prosperidad y el del abandono. El que se muestra y el que se oculta. Los datos del paro llegan casi a un 30 por ciento en los barrios como Orcasur, expulsados por un partido que lleva veinticinco años gobernando la ciudad.

Y así no podemos seguir. Necesitamos que Madrid sea uno, que las oportunidades sean iguales para todos y que las políticas impulsen donde más se necesita el empleo, las condiciones de vida dignas, las escolarización obligatoria, la sanidad también para los inmigrantes, la cultura a su alcance. Necesitamos un solo Madrid sin desigualdad.


Por Ana García D'Atri | Concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid

Madrid oculto