nuevatribuna.es
11 de marzo de 2010, 10:03
NUEVATRIBUNA.ES / A.M - 10.03.2010
No son cárceles pero sus condiciones se parecen mucho a las prisiones. No han cometido ningún delito penal, su falta es administrativa. No tienen papeles. A principios de 2010 CEAR (Comisión de Ayuda Al refugiado) presentaba un informe en el que denunciaba la falta de derechos humanos de 6 CIE españoles. Falta de salubridad, asesoría jurídica más que endeble y maltratos por parte de las autoridades.
A las mismas conclusiones llegaron SOS Racismo, Médicos del Mundo y la asociación el Ferrocarril clandestino, cuando en 2009 publicaban otro estudio centrado en el CIE de Aluche. Varios testimonios contaban la precariedad y el maltrato del que eran víctimas. Sus días pasan con la incertidumbre a sus espaldas y con inseguridad jurídica y física.
En este sentido no sorprende cuando la asociación Ferrocarril Clandestino, que presta ayuda a familiares e internos presenta una queja ante el Defensor del Pueblo por el caso de un joven, que después de 55 días internado, va a ser deportado.
Según relataron, a la hora de irse en el furgón policial hacia el aeropuerto de Madrid Barajas, el joven se resistió y los agentes de Policía tuvieron que devolverle al centro. Durante el trayecto, según explica la ONG, fue maltratado.
En la misma línea de denuncia, explicaron que no se llamó a un médico desde el centro por la mañana hasta que finalmente, horas después, se le llevó al hospital. Ante esta situación, el resto de sus compañeros, “hartos de esta situación”, quemaron ayer por la tarde varios papeles en un intento de llamar la atención.
“NO HUBO MOTÍN”
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid negó cualquier maltrato y explicó que ayer no hubo intento de motín sino que varios internos quemaron papel higiénico y plástico, lo que provocó algo de humo y obligó al uso de un extintor. Asimismo, añadió que ahora se investigará por qué los internos contaban con un mechero.
Algunos internos han decidido dar un paso más y tienen pensado, según han contado a sus familiares, comenzar una huelga de hambre ante “el trato humillante, racista, vejatorio que, cada día, desde hace tres años, reciben con insultos, palizas, encierros en celdas de castigo... un trato que vulnera todos los derechos”, denunciaron.
No son cárceles pero sus condiciones se parecen mucho a las prisiones. No han cometido ningún delito penal, su falta es administrativa. No tienen papeles. A principios de 2010 CEAR (Comisión de Ayuda Al refugiado) presentaba un informe en el que denunciaba la falta de derechos humanos de 6 CIE españoles. Falta de salubridad, asesoría jurídica más que endeble y maltratos por parte de las autoridades.
A las mismas conclusiones llegaron SOS Racismo, Médicos del Mundo y la asociación el Ferrocarril clandestino, cuando en 2009 publicaban otro estudio centrado en el CIE de Aluche. Varios testimonios contaban la precariedad y el maltrato del que eran víctimas. Sus días pasan con la incertidumbre a sus espaldas y con inseguridad jurídica y física.
En este sentido no sorprende cuando la asociación Ferrocarril Clandestino, que presta ayuda a familiares e internos presenta una queja ante el Defensor del Pueblo por el caso de un joven, que después de 55 días internado, va a ser deportado.
Según relataron, a la hora de irse en el furgón policial hacia el aeropuerto de Madrid Barajas, el joven se resistió y los agentes de Policía tuvieron que devolverle al centro. Durante el trayecto, según explica la ONG, fue maltratado.
En la misma línea de denuncia, explicaron que no se llamó a un médico desde el centro por la mañana hasta que finalmente, horas después, se le llevó al hospital. Ante esta situación, el resto de sus compañeros, “hartos de esta situación”, quemaron ayer por la tarde varios papeles en un intento de llamar la atención.
“NO HUBO MOTÍN”
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid negó cualquier maltrato y explicó que ayer no hubo intento de motín sino que varios internos quemaron papel higiénico y plástico, lo que provocó algo de humo y obligó al uso de un extintor. Asimismo, añadió que ahora se investigará por qué los internos contaban con un mechero.
Algunos internos han decidido dar un paso más y tienen pensado, según han contado a sus familiares, comenzar una huelga de hambre ante “el trato humillante, racista, vejatorio que, cada día, desde hace tres años, reciben con insultos, palizas, encierros en celdas de castigo... un trato que vulnera todos los derechos”, denunciaron.
