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NUEVATRIBUNA.ES 15.02.2010

Tregua a los fumadores y al sector de la hostelería en España. La ministra de Sanidad Trinidad Jiménez se ha visto obligada a aparcar momentáneamente el endurecimiento de la ley antitabaco por falta de consenso con el resto de grupos parlamentarios.

La intención del Ministerio era tener aprobada la reforma antes de que finalizara el semestre de la presencia española de la Unión Europea pero las conversaciones llevadas a cabo hasta ahora con la oposición no están siendo lo suficientemente fructíferas.

El Gobierno quiere prohibir fumar en todos los espacios públicos cerrados, incluidos bares, restaurantes y demás lugares de ocio lo que se ha topado con las críticas del gremio hostelero que teme sufrir pérdidas con la nueva ley. Así lo ha denunciado la Federación Española de Hostelería (FEHR) que cifra las pérdidas en 33.300 millones de euros, además de provocar el cierre de 70.000 bares y la pérdida de 200.000 empleos, sostienen.

A ello se agarra el PP que advierte de la dificultad que tendrá el Gobierno de aprobar la nueva normativa si no cuenta con el acuerdo de los hosteleros. El principal partido de la oposición cree que se trata de una “medida coercitiva” y que lo más efectivo sería "educar y aconsejar" a la población y financiar los tratamientos de deshabituación.

Sin embargo, el revés sufrido no supondrá según fuentes del Ministerio ni “renunciar” ni “ralentizar” la norma ya que la “única fecha que se había marcado era aprobarla en 2010". En cualquier caso, el Gobierno cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica que ha mostrado su “estupefacción” por el retraso y aboga porque entre en vigor cuanto antes.

Los 'malos humos' de la oposición