jueves. 25.04.2024

Hace varios años, como sucede y debe seguir sucediendo, los socialistas madrileños tuvimos un proceso de primarias. Confesar que hice campaña por el compañero José Manuel Franco, que se impuso. Sin embargo, hubo un compañero que también era candidato. De él me sorprendió su capacidad de diálogo y la manera en la que afrontó el proceso, bajo un estricto juego limpio. Aquel compañero era Juan Lobato y posiblemente la forma en que trabajó aquellas primarias que terminó perdiendo hacen que hoy me manifieste en favor de su candidatura. Es muy posible que me identifique con Juan por edad pero también por su visión moderna y de revisión constante de lo que debe ser el partido, ya que todo evoluciona y más en los tiempos que corren. Y nos debemos ir adaptando a nuevos retos, superando toda fórmula que pueda haber quedado obsoleta y en este punto no me refiero a Javier Ayala, por quien siento un profundo respeto y admiración por la que es una brillante gestión en Fuenlabrada. Me refiero a que debemos observar como son los partidos socialdemócratas de nuestro entorno.

No creo que esa motivación socialdemócrata haga del proyecto de Lobato menos o más de izquierdas. Su equipo es plural y procede de diferentes entornos y visiones de lo que debe ser el partido y el proyecto político y organizativo. Yo mismo vengo de un entorno familiar que tiene un pasado vinculado al comunismo. Pero ahora estamos en 2021 y en un mundo que cambia muy rápido y eso requiere transformaciones. Siempre se lo digo a mis alumnos de historia contemporánea, que quizá  no estemos ya en esta etapa de la historia sino que la podemos haber superado y estar en la edad de vanguardia o tecnológica. El tiempo lo dirá y los historiadores de dentro de unas décadas me darán o quitarán la razón.

También es necesario equipos multidisciplinares como es la apuesta de Lobato, con profesionales de diferentes ámbitos, sin apartar a nadie por edad, ya que a los compañeros no se les debe medir por la fecha de nacimiento del DNI, sino por la capacidad de aportar y sumar. En un marco agradable de trabajo, respetando la pluralidad, sumando experiencia en gestión. El propio candidato fue alcalde de Soto del Real, habiendo sido el último alcalde de izquierdas, en este municipio, fusilado en el marco de la Guerra Civil.

No podemos olvidar que Lobato supo dar un paso atrás en la alcaldía para pasar a desempeñar el puesto de diputado en la Asamblea de Madrid. Desde ahí tiene el altavoz para responder a la señora Díaz Ayuso, y a la vez para trabajar en el proyecto del PSOE de Madrid.

Las circunstancias de las últimas elecciones han llevado a las primarias para elegir nuevo secretario general y a un proceso congresual en el cual no solo elegimos ejecutiva sino que se marcan las líneas generales de lo que debe ser la organización, líneas de trabajo y orientación ideológica. Ayala es rival de Lobato en estas primarias, pero no es un enemigo. Al contrario, después de las primarias si las gana Lobato estaremos como una piña defendiendo la gestión municipal del que es un referente como alcalde. Y si las gana Ayala por supuesto desde el primer día estaremos con él, como no puede ser menos. Así lo merece nuestra militancia, que es lo mejor que tenemos y a la que nos debemos porque está a las duras y a las maduras.

Juan Lobato, hay proyecto