jueves. 28.03.2024

La Ley de Extranjería se aprueba con algo de luz entre tanta sombra

AGNESE MARRA
Los puntos más criticados de la reforma se mantendrán. Ampliación hasta los 60 días del periodo de retención de los inmigrantes y más límites en la reagrupación familiar. La nueva Ley reduce los derechos de los inmigrantes y endurece las sanciones. Sin embargo el PSOE ha aceptado algunas peticiones que dan algo de luz a una reforma restrictiva.
NUEVATRIBUNA.ES- 29.10.2009

Después de más de un año de negociaciones, quejas y cruce de declaraciones, el proyecto de reforma de la Ley de Extranjería se ha votado este jueves en el Congreso de los Diputados. Su aprobación estaba asegurada gracias al apoyo de diez diputados de CIU y dos de Coalición Canaria.

Tanto el PP, IU como ERC han votado en contra. Sus razones son bien distintas. En el caso de los populares se sabe que ir en contra del Gobierno forma parte de su programa y si además pueden utilizar electoralmente la tesis del miedo a la inmigración, todavía mejor.

Tanto para Izquierda Unida como para Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana, los motivos son otros. Estas agrupaciones denuncian el retroceso en materia de derechos que supone el nuevo texto. El mejor ejemplo es la ampliación del periodo de retención (de 40 a 60 días) de los irregulares en los centros de internamiento. A pesar de que los 60 días se mantendrán, el PSOE ha rectificado a última hora y ha accedido a la petición del PNV de no permitir que se extienda ni un solo día más, ya que el proyecto inicial preveía que el plazo quedaría en suspenso -por tanto, prorrogado- si el inmigrante pedía asilo o solicitaba el habeas corpus a un juez.

Los derechos de los irregulares también se verán mermados cuando la posibilidad de reagrupación familiar se reduce hasta lo que llaman familia nuclear, sólo cónyuges y descendientes, limitando la posibilidad de reagrupar ascendientes a aquellos casos en que tengan más de 65 años o existan razones de tipo humanitario que lo justifiquen. ¿Qué pasaría si la madre tiene 62 y el padre 68? La Ley no responde, o más bien ofrece una respuesta absurda.

El régimen sancionador se endurece y lleva a cabo el "principio de proporcionalidad", al sustituir la pena de sanción de multa por la de expulsión del territorio nacional en caso de infringir la ley y permanecer en España en situación irregular.

En la nueva Ley de Extranjería, no sólo hay sombras. Se abre alguna luz cuando se conoce que de 750 enmiendas planteadas por todos los grupos, hay 300 que han sido incorporadas y que favorecen los derechos del inmigrante. Entre ellas el hecho de que los Centros de Internamiento (establecimientos que se encontraban en peor situación que las cárceles) estarán regulados por un reglamento específico que favorezca el control jurídico, además de conseguir que sus puertas se abran para las ONG.

En materia de menores extranjeros en desamparo, la reforma establece la posibilidad de que las comunidades autónomas transfieran la tutela efectiva de los niños a otros gobiernos regionales, entidades privadas y ONG. Además, impone la necesidad de escuchar al menor durante el proceso de repatriación y reconoce su capacidad de actuación siempre y cuando tengan más de 16 años de edad o "juicio suficiente".

La lucha de diversas ONG de Derechos Humanos parece verse reflejada al conseguir un gran paso contra la violencia de género de mujeres inmigrantes. A partir de ahora las víctimas, en el caso de no tener permiso de residencia, el procedimiento de expulsión incoado en consecuencia, se suspenderá en cuanto presenten denuncia por malos tratos y en espera de resolución judicial. Además, se les ofrecerá la posibilidad de regularizar su situación ajustándose al supuesto de "circunstancias excepcionales".

La nueva Ley también reforzará las competencias sobre la gestión de los permisos iniciales de trabajo que recogen los estatutos de autonomía, de comunidades como Cataluña o Andalucía y reconoce la potestad de los gobiernos regionales para negociar acuerdos de colaboración con los países de origen de los inmigrantes.

Esta reforma, la cuarta en ocho años, comenzó su andadura el pasado 26 de junio, cuando el Consejo de Ministros ordenó su tramitación por vía de urgencia. La modificación se justificó entonces por la necesidad de corregir el articulado de la ley vigente que había sido declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional y adaptar la normativa a las directivas europeas.

Respecto al proyecto inicial se puede decir que la actual reforma ha mejorado. Las sanciones que prometía el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se han rebajado y se han tenido en cuenta algunas de las denuncias hechas por las asociaciones de inmigrantes. Sin embargo se puede percibir que la nueva Ley será más dura que la anterior y los problemas estructurales del proceso migratorio siguen intactos.

La Ley de Extranjería se aprueba con algo de luz entre tanta sombra