miércoles. 24.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 24.6.2010

Varias organizaciones de inmigrantes, entre las que se encuentran CODEIM (Consejo de Inmigración de Madrid), AESCO (América España Solidaridad y Cooperación) y FENADEE (Federación Nacional de Ecuatorianos en España) han condenado una vez más lo que califican de "persistentes redadas indiscriminadas a los inmigrantes en diferentes espacios públicos". Denuncian que "estas actuaciones no encuentran justificación por temas de seguridad, ya que no hay datos de alarma social en torno a la inseguridad ciudadana y se provocan a las personas sin indicios racionales de ningún género y selectivamente en barrios populosos donde conviven madrileños de diferentes nacionalidades".

En esta ocasión, el detonante de la reacción de estas organizaciones ha sido la actuación de las Fuerzas de Seguridad contra dos fotógrafos cuando intentaban documentar su actitud hacia los jóvenes y los inmigrantes.

El primer incidente tuvo lugar el lunes, cuando el fotógrafo de La Razón Jesús G. Feria tomaba unas instantáneas en los alrededores del Bernabéu mientras se jugaba el España-Honduras. A esa hora vio cómo unos miembros de la Unidad de Intervención Policial cacheaban a unos jóvenes. Sacó la cámara para hacer su trabajo hasta que se acercó un policía municipal, que le tapó el objetivo y le empujó diciéndole que se fuese de allí. Feria se identificó como periodista gráfico y pidió al policía su número de placa. Pero éste le golpeó con la porra y le clavó un bolígrafo. Posteriormente, le esposó y le trasladó a los juzgados de Plaza de Castilla, de donde salió diecisiete horas después.

Al día siguiente, el detenido fue Eduardo Leon, reportero freelance. Había pasado la mañana captando imágenes de agentes de paisano que arrestaban a extranjeros en el metro de Sol tras requerirles la documentación. Trataba de demostrar la existencia de las redadas policiales a indocumentados y tomó varias fotos, sin problemas, que envió y que pueden verse en la web de Diagonal. Pero cuando se iba en metro vió en la estación de Lavapiés a un subsahariano esposado y retenido por unos agentes. Sacó su cámara y disparó. Los agentes se acercaron y le pidieron su identificación. Lo hizo, pero según su version le pidieron entonces que entregase la tarjeta digital de la cámara con las fotos. Se negó y entonces fue obligado a acompañarles a comisiaría. Allí le quitaron la tarjeta y tras una hora le dejaron ir. La versión de la Policía Naciona es que “fue voluntariamente a comisaría y que le pidieron la tarjeta “para preservar la intimidad del detenido”.

El miércoles, cuando el presidente del Gobierno llegó al Senado junto a Javier Rojo para la sesión de control no hubo clics, ni flashes. Los reporteros gráficos dejaron sus cámaras en el suelo y se cruzaron de brazos. Fue su forma de protestar por la detención de sus dos compañeros.

Las organizaciones de inmigrantes también se han solidarizado con los dos reporteros gráficos y hacen un llamamiento a las fuerzas de seguridad del estado para que no se extralimiten en sus funciones y no acepten realizar este tipo de actuaciones.

Recuerdan, por otra parte, que como ya han alertado en otras ocasiones "esta actitud de los cuerpos de seguridad, provenga de órdenes expresas, tácitas o de un exceso de celo de determinados agentes, perjudica la imagen de los colectivos de inmigrantes y crea un imaginario que asimila inmigración con conflicto y delincuencia; vinculación que es falsa y falaz. Ni siquiera en esta situación de crisis, donde los ciudadanos de los distritos y localidades con más paro y menor renta per-cápita, “compiten” por los recursos sociales, ante el abandono del gobierno regional de sus responsabilidades de redistribución y prestación de servicios universales de calidad, como es el caso paradigmático de la Comunidad de Madrid".

> PDF: Comunicado íntegro de CODEIM, AESCO, FENADEE...

La detención de dos fotógrafos destapa más redadas de inmigrantes