jueves. 28.03.2024

Se encuentra situada en el este de África. Limita al norte con Sudán y Etiopia, al noroeste con Somalia, al oeste con Uganda, al sur con Tanzania y al este con el océano Índico teniendo 536 km de costa. La superficie del país es de 582.650 km², de los cuales 13.400 km2 corresponden a la superficie lacustre formada fundamentalmente por los lagos Turkana y Victoria.

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Las tierras semiáridas y áridas del norte y nordeste de Kenia se extienden desde la frontera de Uganda al noroeste, a través del lago Turkana y el sur del macizo etíope hasta Somalia, y desde el lago Magadi, por el sur, hasta la región costera

El meridiano 38º divide al país en dos mitades muy distintas geográficamente. La parte oriental es baja y árida, formada por suaves colinas que terminan en una planicie costera acompañada de una barrera coralina. La parte occidental es una alta meseta dividida por el Gran Valle del Rift.  Hacia el oeste, desciende suavemente hasta el lago Victoria. La altura media de las tierras altas oscila entre los 1.600 / 2.400 m

En el oeste, la meseta desciende hasta la cuenca del lago Victoria que tiene una altitud media de 1.134 m. Las tierras altas de la meseta están divididas de sur a norte por el Gran Valle del Rift y al oeste nos encontramos con el escarpe de Mau, que en algunos lugares se eleva hasta los 3.000 m de altitud. Al este, se encuentran los montes Aberdare. 

El valle tiene de 50 a 130 km de anchura, y va desde los 1.900 m de altitud del lago Naivasha al sur, hasta los 400 m del lago Turkana, al norte. El fondo del valle está formado por una sucesión de lagos poco profundos y alcalinos separados por volcanes extintos.

El escarpe de Mau está formado por gruesos bloques de lava que se extiende hasta la meseta de Uasin Gishu al norte con una altitud de unos 2.000 m. La sierra de Aberdare, por su parte, alcanza alturas de 4.000 m en el Parque Nacional de Aberdare. Al este de este parque nacional se encuentra el Nyeri y el monte Kenia con 5.199 m.

Las tierras semiáridas y áridas del norte y nordeste de Kenia se extienden desde la frontera de Uganda al noroeste, a través del lago Turkana y el sur del macizo etíope hasta Somalia, y desde el lago Magadi, por el sur, hasta la región costera. El único verdadero desierto es el de Chalbi, al este del lago Turkana, cerca de la frontera etíope.

La llanura costera tiene unos 400 km de longitud; en el sur es más estrecha, con unos 15-20 km hacia Mombasa, y se ensancha en el norte hasta unos 160 km en la desembocadura del río Tana que forma un gran delta.

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La dirección de los ríos en Kenia está determinada por el gran Valle del Rift, que ha levantado una serie de escarpes, como el de Mau al oeste y hace que las aguas viertan hacia la cuenca del lago Victoria. De ahí nace el Nilo Blanco que desembocara en el mar Mediterráneo.

Al otro lado de la falla, los ríos discurren hacia el océano Índico, como el río Tana, el más grande y largo del país, que nace en los montes Aberdare, rodea el monte Kenia y desemboca en el océano Índico después de recorrer 1.000 km y tiene una cuenca de 126.000 km2.

Otro río importante es el Galana que tiene 625 km de longitud y una cuenca de 70.000 km2.  Nace cerca de la capital cruza la localidad de Athi River en las tierras altas, desciende de la meseta para cruzar el Parque Nacional de Tsavo y desemboca cerca de Malindi.

El Río Lagh Dera nace en la vertiente occidental del monte Kenia, va camino de Somalia, donde se une al río Juba. Drena una cuenca de 230.000 km2, pero solo tiene agua todo el año en su cuenca alta, siendo alimentado por los glaciares del monte Kenia.

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Al otro lado de la falla, los cursos de agua son más cortos, desembocan en el lago Victoria. Los más conocidos En la meseta, el clima es más templado, las lluvias y la temperatura varían según la altitud, y las montañas favorecen las lluvias

son los ríos Nzol, Yala, Mara y Nyando. Tenemos el río Kerio en el Rift que nace al oeste del lago Bogoria en el escarpe de Elgeyo.

Entre los numerosos lagos destacan la parte nordeste del Lago Victoria con el golfo Winan que está a punto de desecarse debido a una invasión de algas y casi todo el lago Turkana que tiene una longitud de 240 km y 30 km de anchura, además de una serie de lagos más pequeños, como el Lago Bogoria, el lago Baringo, el Nakuro y el Naivasha.

Su clima es muy variable, desde muy frío a muy cálido. En líneas generales, hay tres tipos de clima: cálido y húmedo a lo largo de la costa; templado en el oeste y sudoeste, en las tierras altas, y seco y caluroso en el este y nordeste, en las zonas bajas áridas y semiáridas.

El periodo más cálido va de febrero a marzo, y el más fresco de julio a agosto, aunque las variaciones son pequeñas en este sentido. El pasó del sol por el equinoccio y el cambio de los vientos en ese periodo propicia dos estaciones: de octubre a marzo los vientos llegan desde Arabia al nordeste, mientras que de abril a septiembre son más frescos y húmedos y llegan desde el océano Índico. Tiene dos épocas de lluvias. Las primeras son de larga duración y se producen entre marzo y mayo, las más intensas y cortas, entre octubre y diciembre.

En la meseta, el clima es más templado, las lluvias y la temperatura varían según la altitud, y las montañas favorecen las lluvias. Solo puede helar por encima de 2.500 m. Las temperaturas invernales en la capital Nairobi son cálidas, oscilan entre los 12 o y los 25 o, y las veraniegas entre los 10 o y los 21 o. Sus precipitaciones son 1.025 mm bastante repartidas, con un máximo entre marzo y mayo, y escasas entre junio y septiembre, con un segundo máximo entre octubre y diciembre.

En el sur de la meseta, en la reserva Masái Mara que se encuentra a unos 1.500 m de altitud, entre marzo y mayo y entre octubre y diciembre caen más de 100 mm cada mes, con temperaturas que oscilan entre los 12 o y 28 o todo el año.

Al noroeste de la capital, en las montañas que rodean el lago Victoria, el patrón es diferente. En Eldoret que está a 2.100 m de altitud, caen 1.080 mm con un máximo entre julio con 160 mm de precipitaciones y agosto con 175 mm son los meses menos lluviosos en el resto del país, con temperaturas a lo largo del año que oscilan de media entre 9 o y 26 o.

El norte del país es la zona más seca. En las cercanías del lago Turkana, con una altitud sobre los 470 m de altitud y 160 / 200 mm de precipitación anual, teniendo un máximo entre marzo y mayo con temperaturas entre 22 o y 36 o. Más hacia el este con lluvias centradas en abril y noviembre, se registran precipitaciones de 330 mm al año, y en Mandera ya en la frontera somalí, 250 mm, 100 de ellos en abril y el resto en octubre y noviembre.

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Cerca del 65 % de su población son bantúes y ocupan las regiones cercanas a Tanzania

Kenia tiene una población de 49 millones de habitantes. Con una densidad de 84 h / km2. Los idiomas oficiales son el inglés y el suajili. A lo largo de la costa del Índico también es hablado el italiano. La esperanza de vida es de 55 años. El promedio de hijos por mujer es de 4,82. El 85,1% de la población está alfabetizada.

Kenia es un país de gran diversidad étnica. La tensión entre las distintas etnias ha sido una de las principales fuentes de conflictos en el país. A comienzos de la década de 1990 hubo numerosos disturbios interétnicos que provocaron la muerte de miles de personas y dejaron a decenas de miles sin hogar.

Los grupos étnicos que distinguimos en el país son los kikuyos que representan el 22% de su población con unos siete millones de habitantes, le sigue los kalenjin con el 15%, los luhya con el 14%, los luo con el 13%, kamba con el 11%, kisii con el 6% y los meru con el 6%. Otros grupos africanos que existen en el país representan el 12 % y los no africanos solamente el 1%.

Cerca del 65 % de su población son bantúes y ocupan las regiones cercanas a Tanzania, es decir, desde la frontera de Tanzania, el lago Victoria y la costa del Índico. Destacan también los pueblos nilóticos que viven en las sabanas de África Oriental y el Sudán. Cerca del 30% de los keniatas con de esta etnia y se dedican a la agricultura, la caza, la pesca, pero sobre todo a la ganadería.

Cerca del 3% de los keniatas son cusitas y se sitúan en el norte y noreste, abarcando casi un tercio del territorio del país. Hay algunas costumbres propias de los keniatas como es que en las familias extensas, los tíos y tías gozan de una gran consideración, y los padres a partir de una cierta edad son atendidos por la familia del hijo menor.

No hay ninguna religión oficial en el país, aunque la mayoría de los keniatas son cristianos. Hay un rito muy extendido en el país es la ablación del clítoris. En algunas regiones de Kenia hasta el 95% de mujeres y niñas han sufrido estas prácticas.

LA ECONOMÍA KENIATA

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Los pequeños propietarios practican una agricultura de subsistencia orientada a su propio consumo

El sector primario es el sector económico más importante, ya que supone el 27,1% del PIB, ocupa al 19% de la población activa y el 39,6% de los ingresos por exportación proceden de la venta de alimentos. La agricultura keniata es muy diversificada, pues produce casi todos los productos alimenticios básicos.

En las tierras altas, la principal área agrícola, se cultivan patatas, café, té, algodón, cereales, judías, maíz y tabaco, mientras que en la costa y en las tierras bajas se cultivan caña de azúcar, maíz, tapioca, piña, sisal, algodón y anacardo; café, té, pelitre, sisal y productos hortícolas son los cultivos más importantes para la exportación.

La cría de ganado, la producción de leche y sus derivados son importantes en la economía keniata. En el año 2006 el país contaba con 12,4 millones de cabezas de ganado vacuno, 10,1 millones de caprino, 9,30 millones de ovino y 29,4 millones de aves de corral. La producción de alimentos básicos incluía la producción de mantequilla. La ganadería se practica de modo tradicional. Los nómadas conducen sus rebaños por las sabanas y los sedentarios dejan pastar a sus vacas entre los campos.

Los pequeños propietarios practican una agricultura de subsistencia orientada a su propio consumo. La pesca comercial, ante todo en las aguas interiores y los lagos, es suficiente para satisfacer al mercado interior. 

La actividad minera se realiza a una escala muy pequeña, sin embargo, el sector industrial presenta un crecimiento mayor en Kenia que en otros muchos Estados del África negra, y supone el 18,8% del PIB.

Kenia produce sobre todo maderas duras y algunas maderas blandas. La corteza de zarzo, usada en el curtido, es un importante artículo de exportación. La producción de madera en el año 2006 fue de 22,5 millones de m³.

Kenia es el país más desarrollado industrialmente de la región oriental de África, el sector sigue representando sólo el 14% de Producto Interno Bruto (PIB).

La actividad industrial, concentrada en torno a los tres principales centros urbanos: Nairobi, Mombasa y Kisumu, está dominada por la industria alimentaria como la molienda de cereales, la producción de cerveza y el procesamiento de caña de azúcar, además de la fabricación de bienes de consumo como, por ejemplo, vehículos.

Existe además un rápido crecimiento en la industria dedicada a la producción de cemento. Kenia tiene una refinería de petróleo que procesa el petróleo importado para la creación de productos destinados al mercado doméstico.

El déficit de electricidad se produce periódicamente, debido a las sequías que reducen el flujo de los ríos para las hidroeléctricas. Para llegar a disponer de la energía suficiente, Kenia tiene planeada la construcción de una central nuclear para el año 2020.

Pese a varias décadas de exploración, aún no se ha encontrado reservas de hidrocarburos en Kenia e importa actualmente todas sus necesidades de petróleo. Las cuentas de petróleo ascienden al 25% de la factura de las importaciones nacionales.

El sector de servicios aporta aproximadamente el 63% del PIB, está dominado principalmente por el turismo. Este ha mostrado un crecimiento constante durante casi todos los años desde la independencia, llegando a ser durante la década de 1980 la principal fuente de divisas para el país.

La Unión Europea es el principal socio comercial de Kenia.

LA HISTORIA DE KENIA

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En los puertos de Mombasa o Malindi, los comerciantes y los bantúes generaron la llamada cultura swahili

Hace tres mil años, los pueblos de la lengua bantú migraron desde las selvas del centro de África, estableciéndose en los alrededores del lago Victoria. Dos mil años más tarde, las tribus nilóticas y cushtics penetraron desde el Sudán y Etiopia respectivamente, y se diseminaron por todo el territorio de la actual Kenia.

En el año 600, mercaderes árabes, atraídos por el marfil y las piedras preciosas de zonas aledañas, establecieron ciudades puertos sobre el océano Índico. Desde allí mantuvieron un importante flujo marítimo con el mundo árabe, con Persia y la India. En los puertos de Mombasa o Malindi, los comerciantes y los bantúes generaron la llamada cultura swahili.

Malindi y Mombasa conocieron su máximo esplendor entre los años 1100-1500, cuando fueron atacados por la escuadra portuguesa. Tras establecer una red de tráfico de esclavos y de marfil, Portugal fue expulsado definitivamente en el año 1698 por los sultanes de Omán, quienes se apoderaron también de la isla de Zanzíbar, aprovecharon la infraestructura y los mercados de los portugueses.

Pese a los violentos ataques de los maasai, árabes y swahilis se internaron en caravanas hacia el lago Victoria o hasta el extremo sur. El interior del país estaba formado en su mayoría por kikuyus y kambas y tenían una cultura mucho más atrasada que la que se daba en la zona costera.

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Durante la Segunda Guerra Mundial, contingentes de keniatas fueron obligados a combatir contra territorios italianos fronterizos

La abolición del tráfico de esclavos en el año 1873 y la incursión de expedicionarios alemanes en el territorio de Kenia aceleraron la retirada de los árabes y de los indios de las ciudades.

En el año 1890, alemanes y británicos pactaron un reparto del control sobre el este de África. El territorio de Kenia pasó a manos de los británicos, quienes ya dominaban la actual Uganda. El régimen de Protectorado creó las condiciones para el desarrollo de la Compañía Británica del este de África.

En el año 1896, se construyeron vías férreas que unieron Mombasa con Uganda y el lago Victoria y se instalaron unas cinco mil familias europeas en tierras destinadas a la plantación del café y té, con mano de obra africana. Estas familias se apropiaron de las cuatro quintas partes de las tierras fértiles, mientras que el quinto restante fue repartido entre un millón de kikuyus.

Durante la Segunda Guerra Mundial, contingentes de keniatas fueron obligados a combatir contra territorios italianos fronterizos, como Etiopía y Eritrea, al tiempo que los británicos admitieron un representante local en el Consejo Legislativo.

En el año 1944, se funda la Unión Africana de Kenia, una organización intertribal anticolonialista cuyas primeras reivindicaciones se centraron en el reclamo de los kikuyus. Esta organización es liderada por Jomo Kenyatta y organizó huelgas y marchas de campesinos sobre las ciudades.

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Los británicos emprendieron una política de apertura a la participación de los africanos, que comenzó por integrar a Kenyatta al Consejo Legislativo en el año 1962

Se desataron revueltas masivas en el año 1952 bajo el mando de la sociedad secreta Mau Mau. En respuesta a la escalada de atentados contra la propiedad y la vida de los colonos en el año 1953, la administración colonial decreto el estado de emergencia. Se prohibieron los partidos políticos, los principales dirigentes nacionalistas fueron arrestados y miles de kikuyus fueron enviados a campos de concentración.

Kenyatta permaneció en prisión hasta el año 1959, cuando comenzó su arresto domiciliario. En el año 1960, la Unión Africana de Kenia pudo volver a la legalidad. Una vez liberado en el año 1961, Kenyatta asumió la presidencia de dicho movimiento.

Los británicos emprendieron una política de apertura a la participación de los africanos, que comenzó por integrar a Kenyatta al Consejo Legislativo en el año 1962. La Unión Africana de Kenia apoyada fundamentalmente por los kikuyus y los luos había obtenido esta representación en las elecciones que se celebraron.

A partir del año 1961, la administración británica puso en marcha un sistema de venta de tierras de dos millones de ha con el que los colonos se hicieron con 55 millones de dólares al vender a los keniatas las tierras que habían ocupado. A tales efectos, compañías financieras británicas abrieron líneas de créditos.

En mayo de 1963, se realizaron elecciones generales y Kenyatta asumió el cargo de primer ministro, al tiempo que aprobó una nueva Constitución que preveía la autonomía de Kenia. Después de larga discusiones con Londres, en diciembre, Kenia obtuvo la independencia formal. Un año más tarde se proclamó la República con Kenyatta como presidente y Oginga Odinga como vicepresidente.

Al poco tiempo de llegar al cargo, Kenyatta fue acusado de gobernar en beneficio de su propia tribu, los kikuyus y de relegar a los restantes grupos. Su régimen alentó la libre empresa y la instalación de las multinacionales.

Abrumados por las deudas, los campesinos volvieron a perder sus tierras. Una burguesía negra de cercanos a Kenyatta sustituyó a los antiguos colonos en los asuntos económicos del país.

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es un pueblo con grandes dificultades y sus gobiernos siguen siendo corruptos

A lo largo de la década de 1970, se intensificó la represión contra los movimientos de raíz étnica. Kenyatta murió en septiembre de 1978. Le sucedió en el cargo su vicepresidente, Daniel Arap Moi que era miembro de la tribu minoritaria kalenkin. Las desconfianzas continuaron y se agravaron debido a la grave situación económica. El tipo de actividades desarrolladas por las multinacionales provocó un fuerte desequilibrio en el país.

A comienzos del año 1979, el presidente Moi decretó una amnistía para presos políticos e inició una campaña contra la corrupción. Al inicio del gobierno de Moi, los bancos internacionales otorgaron créditos para favorecer la exportación del país. Bajo el contrato de grandes empresas norteamericanas y europeas, numerosos agricultores keniatas iniciaron la plantación de la caña de azúcar, café, té y flores. Como consecuencia de ello el gobierno se vio obligado a importar grandes cantidades de maíz y trigo.

Las dificultades generadas por un alto déficit en las finanzas públicas llevaron al presidente Moi a buscar una reconciliación con viejos rivales políticos que habían sido eliminados de la vida pública. En agosto de 1982, hubo una intentona golpista que fracaso. En mayo de 1983, denunció un nuevo intento golpista por parte de su ministro del Interior, Njonjo que contaba con el apoyo de Israel y Sudáfrica.

En noviembre de 1983, se reabrió la frontera con Tanzania lo que permitió la recuperación de los contactos económicos entre ambos países. A partir de su victoria en 1983, Moi aumentó las atribuciones de su cargo y disminuyó las del Parlamento.

A finales de 1987, la agitación provocada por los grupos musulmanes en Mombasa detonó una nueva ola represiva y se clausuró la universidad de Nairobi. Según denuncia Amnistía Internacional hubo grandes violaciones de los derechos humanos. En febrero de 1990, Robert Ouko que era canciller que había denunciado los actos de corrupción del gobierno fue asesinado.

Este asesinato provocó un rechazo internacional. Sin embargo, Moi se alineó con la coalición internacional durante la guerra del Golfo (1990) favoreció el apoyo de los ingleses y el apoyo militar norteamericano.

Los últimos años en la vida son conocidos ya por todos. Evidentemente es un pueblo con grandes dificultades y sus gobiernos siguen siendo corruptos. Kenia es un país que está vendiendo grandes cantidades de tierras a otros países y multinacionales, para ser el granero agrícola de estos países, pero que conlleva que miles de campesinos tengan que emigrar al ser desposeídos de las mismas. Kenia sufre un nuevo segundo neocolonialismo.  Este país necesita la ayuda de la comunidad internacional pero no para expoliarlo sino para ayudarlos.

Kenia, naturaleza y sufrimiento