El Arzobispado de Valladolid ha manifestado este lunes su "acatamiento" de la sentencia ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que condena a un sacerdote a tres años de prisión por ciberacoso sexual contra una menor de 16 años, y a la vez ha mostrado "cercanía hacia su persona y a su sufrimiento", en referencia al religioso.
En un comunicado de tres puntos, dedica el primero a recordar que, cuando se conocieron los hechos denunciados, el Arzobispado expresó su "desaprobación" sobre lo ocurrido y ahora expresa el acatamiento de la resolución judicial.
En el segundo punto del texto, el Arzobispado remarca que ha querido "distinguir siempre entre comportamientos reprochables y la pertenencia de Oliver Fernández López al presbiterio de la diócesis. Hoy manifestamos nuestra cercanía a su persona y a su sufrimiento".
Por último, ha recordado que la causa canónica contra este sacerdote por los mismos hechos por los que ha sido ahora condenado "sigue su curso".
Los hechos por los que se celebró la vista oral ocurrieron entre diciembre de 2019 y enero de 2020, fechas en las que el acusado, para el que la Fiscalía había demandado cuatro años de cárcel y la defensa la absolución, envió a la joven, de 13 años entonces, a través de teléfono móvil, dos vídeos y mensajes de Whatsapp de contenido sexual.
La sentencia ahora confirmada consideró hechos probados que el encausado, derivado de las labores sacerdotales que ejercía en la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid, contactó con una mujer y su hija, de 13 años, de nacionalidad rumana, ambas en paradero desconocido en el momento del juicio.
El pasado 15 de abril, el Congreso de los Diputados aprobó la ley de protección a la infancia frente a la violencia amplía la prescripción del abuso a menores para evitar que los casos queden impunes.