sábado. 27.04.2024
Atlético de Madrid 1984/1985 con Juan de Dios Román al frente en un partido jugado en Zaragoza.

Román se ganó el reconocimiento unánime a lo largo de una larga carrera como entrenador, directivo y profesor. Esto último era de lo que más se enorgullecía. Salió de su Mérida natal para estudiar en Madrid Magisterio, Educación Física y Filosofía y Letras, y nunca abandonó su perfil como educador, ni siquiera cuando le absorbía la alta competición.

A Domingo Bárcenas se le consideró como el padre del balonmano español. Juan de Dios Román fue, su discípulo aventajado y rival en competiciones escolares en sus inicios como entrenador en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, de Chamartín (1964). Román siguió los mismos cauces que el maestro: en la selección femenina, en la que llegó a coincidir como ayudante de Bárcenas en el primer partido internacional de ese equipo (1967); en el club Atlético de Madrid (1971 a 1985 y de 1990 a 1992), con el que consiguió los primeros titulos nacionales de Liga (5) y Copa (4).

Como seleccionador masculino en tres etapas (Juegos Olímpicos de Los Angeles'84, 1986-1988 y 1995-2000), cosechando en esta última las primeras medallas de España dirigiendo una de las mejores generaciones del balonmano nacional, reforzada con figuras internacionales como Talant Dujshebaev o Andrei Xepkin; director de la Escuela Nacional de Entrenadores; director técnico en la Federación Española (1985 y 1993-96), y finalmente presidente de la misma (2008-2013) tras jubilarse en su apreciado Instituto Nacional de Eduación Física (INEF) de Madrid y de haber entrenado también al BM Ciudad Real (2002-2005). Sólo la Copa de Europa se le resistió, tanto con el Atlético en la final de 1985 ante el Metaloplástica yugoslavo, como con el equipo manchego en la que les enfrentó al Barcelona en 2005. Este año fue nombrado doctor Honoris Causa por la Universidad de Extremadura, pero el acto de investidura se canceló el pasado 2 de abril por la pandemia.

Aquí el gran pionero fue Domingo Bárcenas y a mí me tocó seguirle. Hemos sembrado y ha quedado un estilo propio de hacer las cosas. Al cabo de los años acabas siendo medio bueno. Juan de Dios Román

Su fuerte carácter se imponía tanto en el banquillo como en los vestuarios. Se volcaba en enseñar y apoyar a sus jugadores, sobre todo cuando estos fallaban un tiro y se desmoralizaban. Al mismo tiempo no admitía la mínima indolencia ni siquiera en los entrenamientos, siempre intensos y exigentes. Por su edad, cuando empezó a entrenar, no era mucho mayor que sus jugadores, a los que siempre respetó y de los que se supo ganarse su confianza y cariño.

Conocido por su energía en los banquillos, atemperada con el paso de los años, y dotado para el manejo de colectivos con fuertes personalidades, la influencia de Román resultó decisiva en el desarrolló del balonmano en España.

Fue un estudioso de los maestros extranjeros de referencia en el balonmano mundial. Su producción propia fue también ingente y no dejó de escribir sobre su deporte en ningún momento. Entre sus últimos trabajos están una monumental aproximación histórica a la evolución de su deporte; el dedicado a la escuela española de entrenadores de balonmano, la que goza actualmente de mayor prestigio en el mundo; o la biografía de Domingo Bárcenas que elaboró para la Real Academia de la Historia.

La única faceta en la que, quizá, no pudo dar de sí todo lo que él mismo esperaba fue como presidente de la Federación Española, cuyo mandato estuvo marcado por las dificultades en sacar adelante, en lo más profundo de la crisis económica, el Mundial masculino 2013 organizado en España y que deportivamente culminó con el segundo título de los 'Hispanos'.

"La Federación Española me abrió a un mundo de responsabilidades nuevo, para el que no estaba preparado", se sinceró en el homenaje que se le tributó en junio de 2018 en Madrid y mantenido en secreto para el protagonista bajo la contraseña de 'Amigos de Juan de Dios'. Pero de esa etapa también salió con su prestigio intacto; no se aferró al cargo, ni quiso repetir un segundo mandato.

A Román hay que inscribirlo entre nombres como los de Pedro Ferrándiz, Antonio Díaz Miguel, Jesús Carballo, Gregorio Rojo, José Miguel Echávarri y tantos otros que, de forma autodidacta o bebiendo de fuentes extranjeras, elevaron a un deporte español subdesarrollado al nivel que ahora ostenta.

Juan de Dios Román, principal referente del balonmano en España