viernes. 26.04.2024

Con la esperanza de poner fin al tema sobre la privacidad en los dispositivos móviles, el presidente ejecutivo de Apple, Steve Jobs ha vuelto a salir al paso de la polémica y ha asegurado que la compañía ha cometido errores a la hora de manejar los datos de localización en sus dispositivos móviles pero no ha utilizado ni el iPhone ni el iPad para averiguar la localización de sus clientes.

"Nunca lo hemos hecho y nunca lo haremos", concluye. Jobs también aseguró que Apple arreglaría este problema en una actualización de software gratuita que estaría a disposición de los usuarios en las próximas semanas.

Jobs, quien se encuentra de baja médica, abordó el tema junto con otros dos ejecutivos de Apple, el vicepresidente senior de marketing de producto en todo el mundo, Philip W. Schiller y el vicepresidente senior de software de iPhone, Scott Forstall.

Hace una semana, dos investigadores aseguraron que habían descubierto un archivo en los dispositivos de Apple que contenía lo que parecían ser los datos de los lugares visitados por los usuarios en los últimos 12 meses. El descubrimiento suscitó temores de que Apple estuviese siguiendo a sus usuarios y pidieron que estas acciones fuesen investigadas por los gobiernos europeos y estadounidenses.

Pero este miércoles, 27 de abril, Apple publicó un comunicado en su página web que explica cómo el sistema utiliza ese archivo para determinar la ubicación de un teléfono. Jobs defendió que ante un problema de estas características los primero que hacen es tratar de "comprobar si es real". "Nos llevó alrededor de una semana hacer una investigación y enviar una respuesta, algo bastante rápido para algo tan técnicamente complicado", asegura.

"Apple reconoce un error y deben arreglarlo. Eso es buena señal"Algunos defensores de la privacidad que criticaron duramente a Apple la semana pasada han elogiado la respuesta de la compañía, diciendo que es un paso en la dirección correcta. "Apple reconoce un error y deben arreglarlo. Eso es buena señal", dijo el director ejecutivo del Electronic Privacy Information Center, Marc Rotenberg en una entrevista.

Confirmando las especulaciones de algunos investigadores de seguridad, Apple aseguró en el comunicado publicado en su página web que el archivo del iPhone de los usuarios no era un registro de sus situaciones sino más bien "la ubicación de los puntos WiFi y torres móviles que rodean la ubicación del iPhone, que pueden estar a un centenar de kilómetros de distancia del iPhone".

Apple afirmó que utilizó los datos, denominados 'caché', para calcular la localización de un dispositivo de forma más rápida que a través de satélites GPS.

Sin embargo, Apple reconoció que había cometido errores, atribuidos a errores de programación en el almacenamiento de los datos a largo plazo, manteniendo el archivo sin encriptar y almacenando los datos incluso cuando los usuarios han optado por apagar los sistemas de localización.

La compañía confirmó que podría reducir el caché de ubicación en el iPhone en un máximo de siete días y que dejaría copias de seguridad del caché en los ordenadores de los usuarios, eliminando la información completamente cuando los usuarios apaguen los sistemas de localización.

También afirmó que actualiza su base de datos sobre puntos de acceso WiFi y torres móviles utilizando los teléfonos de sus clientes como sensores. Sin embargo, dijo que no podía localizar a los usuarios basándose en el archivo del teléfono porque recoge la información de forma anónima y encriptada. La empresa no puede identificar al usuario de teléfono de los datos, concluyó.

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