martes. 16.04.2024
sol



Por Ignacio Apestegui | La materia (y la física) actúa de diferente manera en condiciones extremas. Por ejemplo, algunos materiales se convierten en superconductores (poseen una resistencia de cero al flujo eléctrico) cuando su temperatura desciende hasta temperaturas cercanas al Cero absoluto (1).

La gravedad, como una pelota sobre una tela, deforma el espacio a su alrededor (y el tiempo), por eso, alrededor de cuerpos supermasivos (agujeros negros) la luz cae y no puede salir. Este fenómeno, la gravedad, funciona de una manera curiosa si observamos cómo es la atracción que genera un cuerpo sobre otro.

Nosotros la podemos sentir en primera persona. La muy famosa manzana de Newton nos demuestra que la fuerza de atracción G es directamente proporcional a la masa de los cuerpos e inversamente a la distancia de los mismos (2), o lo que es lo mismo F(g)=G⋅Mm/r2. Siendo G la constante de gravitación universal.

Volvamos al símil de la tela.

Sí cogemos una tela extendida atada a sus extremos y arrojamos una pelota de baloncesto, la deformación de la tela sería la fuerza de gravedad que genera. Si arrojamos otro cuerpo pesado dentro la tela, puede o no, dependiendo de la distancia, verse afectados, atraerse mutuamente.

La tierra gira en un baile, con unas notas que ni siquiera son capaces de percibir. Gira alrededor de Sol, maestro de ceremonia, en un vals eterno, con su compañera Luna

Sí hay contacto gravimétrico veremos que mientras más se acercan el uno al otro, más rápido van, luego mayor es la atracción. (inversamente proporcional a la distancia).

Si arrojamos un cuerpo pequeño en comparación a la masa del balón (el símil que más me han propuesto a mí es la cabeza de un alfiler) vemos que este cuerpo se ve atraído por el balón, pero el balón no se mueve (o, al menos, no perceptiblemente). De ahí sale la fórmula de la aceleración de la gravedad y la conclusión a la que llegó el (genio) filósofo Aristóteles de que los cuerpos caen a la misma velocidad independientemente de su peso (3).

Por otro lado, el campo magnético de la tierra se debe a que el núcleo de hierro sólido gira dentro un campo o núcleo líquido de hierro-níquel. Para que entendamos esto es, básicamente, un súper alternador (Máquina Eléctrica) (4). Con un rotor y un estator un poquito grandes que generan el campo magnético de la tierra, que es nuestra barrera de protección de los rayos cósmicos y más cosas divertidas con nombres igual de épicos.

Volvamos a la cabeza del alfiler y el balón.

Si en la metafórica tela arrojamos otro balón podemos observar que la posible influencia del segundo balón sobre la cabeza de alfiler, solo existe, en caso de que no esté atrapada por la gravedad del balón 1. Por ello, por ejemplo, no caemos hacia la Luna.

Y, entonces, yo no puedo dormir y me pregunto…

El núcleo sólido de la tierra, como podemos deducir de lo último expuesto, no se ve influenciado (gravitacionalmente) por cuerpos externos a propia tierra. ¡Existe en un entorno de gravedad cero! Además, es en sí un Electroimán Perfecto. Teóricamente, al menos, debería ser también una Esfera Perfecta (debido a la rotación, las propias fuerzas internas, el calor, etc)... a una temperaturas y presiones casi infinitas (queda bien escribir eso pero no se acerca a 1.417×1032 kelvin que es la Temperatura Máxima de Planck, pero sí unas Temperatura y Presión tan altas que el funcionamiento de la física varía). La combinación de todo ello provoca, por ejemplo, que los electrones vaguen por los átomos como un todo, que estructuras microscópicas se ordenen obteniendo formas macroscópicas de propiedades aún no conocidas (simplemente fascinante).

¿Has leído esto?


No puedo dormir y me preguntaba…

Entonces, ¿el núcleo no debería funcionar como un superconductor (¿inverso?)? Algunos superconductores poseen rozamiento Cero (otra propiedad increíble que da para largo llamada Efecto Meissner). Postulo yo, en mi cabeza, que la temperatura del núcleo por ello No es producida por el rozamiento, de hecho, los movimientos del magma y de las placas no es un movimiento de arrastre físico. Ni siquiera magnético. Pues sí hubiera arrastre (friccional o magnético) no sería una máquina de movimiento continuo y acabaría parándose y la tierra sería yerma como su hermana Marte.

Me va a explotar la cabeza.

Si tenemos en cuenta cómo funcionan las capas de líquido entre sí, similarmente a los niveles energéticos de los electrones en los átomos, por cuantos de energía, estos (átomos) y los líquidos, por densidades, llegando a patinar capas de líquido sobre otras (que todo eso da para otros tantos artículos así que no pongo ya más subíndices)... Lo meto todo en una caja, lo agito y lo tiro como si fueran dados.

Creo que el núcleo de la tierra funciona en un sistema aislado, provocado por las condiciones extremas mismas que posee. Un sistema sin gravedad, sin rozamiento, sin contacto, etc. Las fuerzas físicas que nosotros percibimos son, para él, cabezas de alfiler. Incluso el resto de la tierra no es percibido.

Solo aquellas deformaciones (en el telar) provocadas por cuerpos más grandes, el Sol en concreto, le afectan. El núcleo sólo puede sentir al Sol, puede que a la Luna, pero, a su vez, la luna no al Sol (¡aaaaah! me muero por un café), no sé siquiera si a los otros planetas llega a percibirlos, que no creo. Seguro que por el influjo del Sol no puede percibir al resto de la Galaxia (es una cabeza del alfiler en el influjo de nuestra Bola-Sol). La tierra gira en un baile, con unas notas que ni siquiera son capaces de percibir.

Gira alrededor de Sol, maestro de ceremonia, en un vals eterno, con su compañera Luna.


  1. Massachusetts Institute of Technology 
  2. Física Lab 
  3. CosmoEduca 
  4. El campo magnetico de un generador electrico

Insomnio, física y metalingüística (II)