jueves. 25.04.2024

“Dos manzanas dan dos manzanas, y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas porque son componentes distintos”. Nunca descansó tanta verdad en la razón peninsular desde la escolástica medieval

“Dos manzanas dan dos manzanas, y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas porque son componentes distintos”. Nunca descansó tanta verdad en la razón peninsular desde la escolástica medieval. ¡Si Santo Tomás levantara la cabeza! ¿Es que ya no nos acordamos de cuán firmes preservábamos nuestra esencia, nuestra virtud, el universal destino de nuestra patria? ¿Hemos acaso olvidado que “matrimonio” viene de matriz, como sosteníamos hasta hace apenas dos días? ¡Cómo normalizar lo anormal si la propia palabra lo dice! ¿Quién ha travestido el partido; cómo ha podido ocurrir? ¿Si Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, debemos incluso especular con la desviación del Altísimo? ¿Qué será lo próximo? ¿Puede España permitirse dar rienda suelta a lo innatural?

Fuimos advertidos hasta la saciedad por los ministros de Dios. Tanto esfuerzo para nada. Los degenerados siguen sin comprender que pueden ser curados mediante terapia. Rouco, Reig Pla… ¿Dónde os escondéis, hijos de la oscuridad?, ¿dónde la condena al fuego eterno de los intérpretes de Dios? Malditos son, sin duda, con su silencio cómplice.

275 invitados, encabezados ni más ni menos que por Mariano Rajoy, un firme opositor hasta ayer de las legalizaciones. 275 traidores a la Verdad, apologetas de la sodomía; quién sabe cuántos de ellos deseando ser ensartados en los baños entre plato y plato, se preguntarán, a buen seguro, nuestras tertulias ultracentristas esta noche. ¿O ya no?...

Vemos deshacerse a España a ritmo de Village People, de Locomía o de los Pet Shop Boys. Sólo el Anticristo es capaz de concebir una broma tan macabra; de asestar un golpe tal a nuestras raíces: Maroto, los sodomitas y sus encubridores, entregados a las delicias del canto y de la danza, del desenfreno y la confusión. Terminarán todos ellos “por encontrar el infierno”. ¿O tampoco?...

“In the Navy”