Tenía la esperanza, ingenua, de que alguna institución se acordaría que hace 60 años murió el eminente cardiólogo, republicano e institucionista, Luis Calandre Ibáñez, y se haría un pequeño homenaje o escrito.
Fue un 29 de septiembre de 1961, en su casa de la Castellana, número 30, de Madrid. Rodeado de su familia, que le adoraban, y a una edad relativamente temprana, 71 años, pues tenía desde niño una enfermedad cardiaca.
Carmen Conde, su amiga y paciente, cartagenera como él, escribió un hermoso Réquiem, que describe muy bien su carácter, según contaban sus hijos, ya que cuando él murió, yo solo tenía 8 años.
Ahora que ya soy mayor, pienso con tristeza que durante estos 15 años intentando sacar a la luz, su vida y obra he fracasado. Creía que se podía luchar contracorriente, contra el feroz franquismo que sigue incrustado en la sociedad e instituciones españolas, pero no lo es.
En mi blog, "Dr. Luis Calandre Ibáñez", en una de las entradas pongo las cartas de pésame, pero no puse todas, solo hice una selección. ¡Y es impresionante!
Entre las instituciones que deberían haberse ocupado de Calandre se me ocurren las siguientes, no sé si el orden es el correcto: Colegio de médicos de Madrid, Residencia de Estudiantes (CSIC), Cruz Roja, Sociedad Española de Cardiología, Real academia de medicina, y algunas más seguro.
Solo me queda la esperanza de que finalmente traigamos la III República española, pues como dejó mi abuelo por escrito en el informe de los servicios sanitarios de Carabineros, Hospital de Madrid 1937, situado en la Residencia de Estudiantes a partir de 1937:
"Orden, limpieza, cuidadosa atención para los enfermos, tranquilo sosiego para los convalecientes, apacible convivencia de todos, dan en este Hospital un ejemplo del tipo de vida noble y humano que la nueva República ha de ofrecer a sus hijos en esta magnífico renacer de España".
REQUIEM DE CARMEN CONDE
