martes. 16.04.2024
cura

Un nuevo escándalo sacude los cimientos de la Iglesia Católica, en particular de la curia estadounidense que en los últimos años ha sido foco de graves acusaciones de pedofilia. Tras la renuncia forzada en el mes de julio de Jeffrey Burrill -miembro de la diócesis de Wisconsin- por su utilización de la aplicación de citas gay Grindr, diversos medios estadounidenses, entre ellos The New York Times, denunciaron que son muchos más los jerarcas de la Iglesia Católica que han solicitado citas a través de esta app. 

Jeffrey Burrill, ex secretario general de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, era la cara visible de la defensa de la Iglesia respecto de las acusaciones de abuso sexual contra el cardenal Theodore McCarrick que en 2018 provocaron un aluvión de protestas contra la Iglesia estadounidense. 

Pero la investigación respecto del uso de esta aplicación de citas gay entre miembros de la Iglesia trasciende las fronteras de Estados Unidos. Las denuncias publicadas en diversos medios norteamericanos y canadienses afirman que en 2018 al menos 32 dispositivos móviles emitieron señales de datos de la aplicación desde áreas de la Ciudad del Vaticano a las que los turistas no tienen acceso.

“Cuando hay informes como éstos que afirman exhibir las actividades de este tipo en parroquias de todo el país y también en el Vaticano, eso es una emergencia de gran escala para los altos jerarcas eclesiásticos, no hay duda alguna”, dijo John Gehring, director del programa católico en Faith in Public Life, un grupo de defensoría progresista.

Lo cierto es que los sacerdotes de la Iglesia Católica hacen un voto de celibato al iniciar sus sacerdocios. Y el uso de aplicaciones cuyo cometido es tener sexo no es compatible con el voto de celibato. Grindr, cuya autopromoción es “La red de citas más grande del mundo para homosexuales, bisexuales, trans y queer, posee el perfil de sus clientes y sus preferencias. Y por lo que pudo saberse los sacerdotes usuarios de esta aplicación dejaron al descubierto detalles que hacen temblar al Vaticano. “Puede ser terriblemente amenazante la sensación de vulnerabilidad que sienten muchos sacerdotes que ahora están incómodos y preocupados”, dijo el padre Bob Bonnot, director ejecutivo de la Asociación de Sacerdotes Católicos de Estados Unidos acerca de los datos de teléfonos móviles.    

Más claro fue Josep Tobin, cardenal de Newark, que declaró que "si alguien que ha hecho una promesa de celibato o un voto de castidad tiene una aplicación de citas en su teléfono, está buscando problemas".

Rompiendo el celibato