sábado. 20.04.2024
covid

La hipocondría puede ser definida como un temor irracional con una preocupación catastrofista a padecer enfermedades, especialmente enfermedades graves, en este caso el temor de padecer la pandemia por el coronavirus.

Los sujetos que padecen este trastorno tienden a interpretar de manera excesiva cualquier signo o síntoma que aparece en su cuerpo.

La llegada del coronavirus ha traído consigo distintos problemas, entre ellos los psicológicos, en especial los relacionados con diferentes trastornos de ansiedad y somatización, y entre estos la hipocondría.

Los síntomas principales de este trastorno son: la preocupación excesiva por padecer una enfermedad grave, un continuo análisis de las funciones corporales, centrando la atención en “escuchar” el cuerpo, para detectar posibles síntomas, frecuentes visitas al médico o buscar información sobre enfermedades relacionadas con sus síntomas, padecer ansiedad o estados de ánimo bajo, evitar situaciones o lugares en los que creen que pueden contagiarse o agravarse su enfermedad. No son los síntomas físicos, en sí mismo, los que más afectan al sujeto, es la ansiedad que le provoca el significado que puedan tener esos síntomas.

La persona hipocondríaca se suele quedar tranquila cuando acude a un servicio médico y se descarta la existencia de enfermedad. Pero el ciclo se vuelve a repetir ante una nueva sospecha y volverá el sujeto hipocondríaco a interpretar nuevamente de forma errónea sus sensaciones, y sospechará que alguna enfermedad grave le ronda.

La hipocondría se centra en el presente, el paciente cree padecer la enfermedad en el aquí y ahora, es un matiz que la diferencia de la nosofobia, donde el temor es a padecer una enfermedad en el futuro.

Podemos atrevernos a decir que casi el 10% de la población afectada de hipocondría ya estaba expectante ante la llegada de la pandemia, preparándose para evitar esta nueva enfermedad, la Covid 19.

Este 10% de esta población, bombardeada por la “intoxicación informativa” de los distintos medios de comunicación, junto al desarrollo de síntomas psíquicos, especialmente de la esfera de la ansiedad, pueden ser caldo de cultivo para provocar o incrementar la sintomatología hipocondriaca en esta pandemia.

La revista Lancet Psychiatry, apunta que una de las posibles reacciones, en esta situación de estrés intenso, son los trastornos hipocondríacos. En un estudio realizado en España, se manifiesta también esta opinión, ya que, ante la preocupación, a veces de pánico generalizado, incrementada por la evolución ondulante de la pandemia y a pesar de la vacunación ya próxima del 70% de la población (inmunidad de rebaño), se puede exacerbar o agravar los síntomas hipocondríacos.

Se ha considerado que el miedo al contagio del Covid 19 puede llevar a ciertas personas con rasgos hipocondríacos a presentar algunos de sus síntomas, y por lo tanto a la creencia hipocondriaca de haberse contagiado, y cuestionarse su salud.

Comentaré finalmente algunas recomendaciones para aquellas personas con tendencia a cogniciones hipocondriacas:

Evitar y de detener de manera radical los pensamientos catastrofistas, sustituyéndolos por pensamientos positivos, manteniendo una prudente distancia con las redes sociales para evitar una sobreinformación (infopandemia).

Evitar la exposición a noticias falsas sobre la pandemia (ver mi artículo: Primera pandemia global en redes sociales y fake news).

Realizar actividades que produzcan relajación y generan emociones positivas, evitando chequeos de salud con frecuencia.

Medidas saludables de alimentación y ejercicio físico.

Medidas higiénicas, para regular el sueño, como por ejemplo mantener siempre el mismo horario nocturno, evitar una temperatura inadecuada en el dormitorio…

A pesar de las medidas de restricciones de movilidad y cercanía, para evitar el contagio, de debe mantener contacto con la red de apoyo socio familiar, aunque sea de forma virtual.

Por último, compartir esta reflexión de Naguib Mahfuz: “el miedo no evita la muerte, evita la vida”.

Hipocondría y Covid 19