sábado. 20.04.2024
Vicki

Jorge Moragas es el jefe de gabinete de Mariano Rajoy. La relación entre los dos políticos se remonta al congreso del PP del año 2008. Eran momentos difíciles para Rajoy, cuyo liderazgo se cuestionaba desde todas las instancias así ideológicas como estamentales del partido. Según ha explicado Jorge más tarde, en aquel congreso se le presentó un dilema personal difícil: «O me unía a Rajoy, o conspiraba.» Fiel a su instinto de político de casta, resolvió el dilema eligiendo a la vez las dos opciones: se unió a Mariano, y conspiró.

Veamos el mensaje que envió el 20 de noviembre de 2012, exactamente a las 20:02:40, a su antigua compañera de colegio y ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria (Vicki) Álvarez Martín, que había hecho saber a la secretaria del PP catalán Alicia Sánchez-Camacho, en conversación recogida y grabada por la agencia de detectives Método 3, que poseía material sensible acerca de la fortuna de la familia Pujol: «Si dieses una entrevista y lo contases todo salvarías a España y yo te haría un monumento. Besote

Hay cuatro elementos a considerar en el mensaje. Podemos descartar el último de ellos (“besote”) por trivial. Los tres restantes contienen alguna miga. El primero, por ejemplo: “si dieses una entrevista y lo contases todo”. Lo que pide Jorge a Vicki no es que vaya al juzgado y denuncie unos hechos que podrían ser constitutivos de delito. El juez, más de un caso se ha dado, podría decretar secreto del sumario y ya la tendríamos. Denunciar no es mala opción y da una imagen adecuada de responsabilidad, pero ya que disponemos de un apetecible montón de mierda, lo que de verdad importa es enchufar cuanto antes el ventilador. Vicki, obediente, fue a los programas Espejo público de Antena 3 y Hable con ellas de Tele 5, y lo contó todo con desparpajo. También, después de consultar con su abogado, fue al juzgado y puso la denuncia correspondiente.

Salvarías a España”. Considerada en sus propios términos, la proposición resulta enfática y en exceso ambiciosa. Los pelendengues de la coyuntura económica, financiera, política, etc., no se resuelven haciendo correr un chisme por el patio de vecinos. No es aventurado suponer, entonces, que lo que tenía en mente Jorge (catalán, como todos los demás protagonistas de la historia) era la necesidad de salvar a España de una amenaza muy concreta, a saber, la secesión amenazada por la deriva soberanista de la Generalitat de Catalunya y su determinación de organizar un referéndum a plazo fijo sobre la independencia.

“Y yo te haría un monumento”. Esta es la parte más enigmática del mensaje. Se me ocurren tres interpretaciones distintas y les ocurre como a las hijas de Elena, que ninguna es buena. No voy a entrar en disquisiciones porque importa preservar la decencia y la seriedad de este blog que es el vuestro, queridos lectores. Pero, por fortuna, disponemos al respecto de información complementaria. Después de un rápido cruce de mensajes entre Jorge y Vicki (J.: “¿Pero qué has hecho?”. V.: “Lo que tú me dijiste”), el 13 de diciembre él precisa más la idea ya expuesta: «Uauuu! Yo te haré un monumento a tu cuerpo.» A tu cuerpo. Con esa manera de señalar, podemos descartar sin más otras posibilidades (a tu valor, a tu lealtad, a tu coherencia, a nuestra amistad…) Y Vicki contesta, menos de dos minutos después: «Mi cuerpo ya es un monumento ja ja ja.»

No sé si tiene alguna relación con el traído y llevado monumento al cuerpo de Vicki la reciente declaración de ésta en el sentido de que ha sido utilizada por el PP. Debería ir a Espejo público a contárnoslo con más detalle.

Yo te haré un monumento