jueves. 25.04.2024

Según el titular se puede pensar que hablo del tema musical universalmente conocido que nos describe dos ciudades muy populares y queridas por españoles y mejicanos, primos hermanos de los españoles, por algo Guadalajara se llama Guadalajara. Pero no.

Guadalajara en un llano, Méjico en una laguna... Dice este tema universalmente conocido y cantado. Pero no voy a hablar de música, de rancheras ni otras canciones, aunque estas dos hermosas ciudades se merecen que las canten en cualquier idioma y estilo. Voy a hablar de los festejos taurinos que actualmente tienen lugar en ambas capitales y continuarán su celebración hasta dentro de un mes. En la pasada crónica adelantamos algunas ferias con las que Suramérica acompaña sus fiestas patronales, que como aquí, allá también las tienen, muy vistosas y coloristas. Hacíamos hincapié en Venezuela y Méjico. Toda la geografía mejicana está llena de toros y enormes plazas y pequeños pueblos donde los toros son admirados y respetados como en España. En estos días la Monumental de la capital azteca se viste de plata y oro con carteles atractivos alternando toreros españoles, franceses, colombianos y mejicanos, que de todo hay en este mundo. Toros y toreros, y cornadas, que tampoco han faltado. La feria de la capital mejicana ha dado sorpresas, como los ocho toros lidiados en la tarde del pasado fin de semana, regalados por dos toreros ante el mal juego de la camada de los seis a la que tuvieron que enfrentarse en una corrida desigual, mansa y bronca. La otra sorpresa ocurrió en la novillada anterior que abrió la feria, el pasado día 8. El novillero Carlos Casanueva sufrió una terrible cornada en el muslo izquierdo. Estaba toreando con donaire, variado, seguro y firme a un novillo que parecía carrilero, pero que tenía lo suyo. Cuando iniciaba la segunda bernardina, pase semejante a la manoletina con la salvedad de que la muleta por detrás va agarrada con ambas manos, le prendió el toro de mala manera, clavándole en el muslo. (Digo le prendió porque por esas tierras el verbo por nosotros usado con mayor frecuencia, “coger” tiene malas connotaciones allende los mares. Y porque prender es más exacto y no ofendemos ni damos lugar a chanzas de mal gusto ni a  que se rían nuestros hermanos suramericanos. Para algo tenemos un idioma tan rico). Esa grave cogida, digo, le impidió torear el segundo toro de su lote.

Aunque con desiguales sorpresas, todos los días la plaza Monumental se llena a rebosar. Los mejicanos disfrutan con los toros y los viven con pasión.

Por eso al cumplirse los 473 años de la fundación de la ciudad de Guadalajara, y el 48 aniversario de la Plaza Nuevo Progreso, el pueblo de Méjico se entrega a sus celebraciones con una feria a la que han llamado Feria de la Fundación, o Feria Aniversario. Empezó el pasado fin de semana día 8 y durará un mes, con diversos festejos cada domingo. El día 15, un mano a mano entre Daniel Luque y “El Payo” con toros de Fernando de la Mora. El día 22, corrida mixta, Pablo Hermoso de Mendoza, con dos toros para rejones de Fernando de Mora, y los otros 4, de San Isidro, para los diestros Fermín Vivero y Diego Silveti.

El primer domingo de marzo, un encierro de Los Encinos para Talavante, Adame y Juan Pablo Sánchez. Y el día 8 de marzo, ganadería Barralva, para Alfredo Ruiz, “El Conde”, Arturo Saldivar y Sergio Flores.

Una feria muy completa  la que viven en cada ciudad y estado del gran Méjico, que tantas tradiciones y costumbres conserva de nuestra herencia, donde el grito de emoción en los toros suena igual que en las Ventas, el canto de la catedral.

Quién no ha oído alguna vez en su vida la canción Guadalajara en un llano, Méjico en una laguna... Pues eso, y si encima están en fiestas, que se canten y se ensalcen estas ciudades hermanas mezcla de azteca y español

Guadalajara en un llano