martes. 19.03.2024

En marzo de 2019 Antonio Guterres, hizo la siguiente confesión: “Mi generación no ha respondido de forma adecuada al desafío dramático del cambio climático. Esto lo sienten profundamente los jóvenes. Con razón están enfadados”.

Si alguien tenía alguna duda de lo acertada que es la afirmación del Secretario General de la ONU debe despejarla porque ha resultado confirmada, con dramática claridad, por la encuesta e investigación de alcance mundial que han realizado las Universidades de Bath, East Anglia y Oxford, y en la que han participado más 10,000 chicos y chicas, en 10 países, entre los 16 y 25 años.

Nos señala que la mayoría de la juventud está muy preocupada por su futuro y el del planeta. Unas conclusiones que deberían hacernos reflexionar, y, sobre todo, debe empujar a actuar a los lideres políticos, sociales y económicos, al conjunto de la sociedad. Porque son especialmente preocupantes.

Muy preocupantes si tenemos en cuenta que el 56 % de los jóvenes cree que la Humanidad está "condenada". Más de dos tercios afirman que se sienten tristes y ansiosos. Que tienen miedo, ira, desesperación, tristeza y vergüenza. Una visión negativa del futuro causada por los riesgos del cambio climático. Tanto,que el 40% duda sobre si deberían o no tener hijos como consecuencia de la crisis ambiental.

La responsabilidad de su actitud la atribuyen a los gobiernos. Caroline Hickman, de la Universidad de Bath y coautora principal del estudio, advierte de que la encuesta: "nos muestra que la ansiedad ecológica no es solo por la destrucción del medio ambiente, sino que está indisolublemente ligada a la inacción de los gobiernos sobre el cambio climático”.

La investigación no solo ha medido lo que piensan los jóvenes, sino también lo que sienten. Se sienten abandonados y traicionados por los gobiernos. El 65% los acusan de inacción, de no estar haciendo lo suficiente para prevenir una catástrofe climática. Un número similar, el 67%, piensa que los gobiernos no están protegiendo al planeta, ni a las generaciones futuras. Y el 58% de estos jóvenes se sienten traicionados e ignorados, rechazada su opinión sobre este tema por las generaciones mayores.

Los investigadores, en la presentación del resultado de este estudio publicado esta semana en la mayoría de los medios de comunicación mundial, expresaron sentirse conmovidos por la magnitud de la angustia entre los jóvenes a nivel global. Nos advierten que estos niveles tan altos de angustia y sentimientos de traición tendrán inevitablemente un impacto en la salud mental de los niños y los jóvenes. Y que por ello se está poniendo en juego la salud mental de una parte muy importante de una generación.

También nosotros, todos, el conjunto de la sociedad, deberíamos conmovernos. Estamos ante una “alerta roja para la Humanidad" como se afirma en las conclusiones del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, publicado hace pocas semanas. Deberíamos tomarnos muy en serio que el 75% de los jóvenes del mundo opine que “el futuro del planeta es aterrador” y que un 56% piense que la Humanidad “ya está condenada” por el cambio climático.

Porque si es así, como piensa y siente una parte muy importante de la juventud mundial, estamos ante un desafío colosal, como es la necesidad de ganar la confianza de las nuevas generaciones. Es necesario que sientan que, de verdad, hemos movilizado todos los recursos económicos, científicos y tecnológicos. Que su futuro está en el primer plano de la acción política y legislativa mundial para responder a la emergencia climática.

Los jóvenes tienen que comprobar que hay más que eslóganes, logos y palabras. Que nos ponemos manos a la obra. Que recurriremos a todos los talentos y las habilidades artísticas, creativas, a toda la imaginación, para conseguir el necesario cambio cultural en las familias, en las escuelas, en las empresas y en el conjunto de la sociedad. Necesitamos hechos que garanticen a las futuras generaciones que en ningún caso “su futuro será aterrador”, como ellos expresan y temen. Pero necesitamos también de su movilización e implicación en partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales. Y, sobre todo, de su ejemplo de ciudadanía responsable con el medio ambiente y de sus hábitos de consumo y de vida, comprometidos, de verdad, con la sostenibilidad y la solidaridad. Promover esta nueva cultura en la juventud mundial es hoy una responsabilidad de toda la sociedad.

"El futuro es aterrador", eso opina el 75%  de los jóvenes