jueves. 28.03.2024
5

Por Eduardo Serrano | Buenas, antes de entrar en la materia que vincula con el título del artículo, haremos un poco de historia sobre la aplicación que en estos días ha generado tanta controversia.

Whatsapp Nació a finales del año 2009 y supuso toda una revolución a la ya implantada plataforma de correo electrónico, además de permitir el envío de imágenes, vídeos, audios, grabaciones de audio (notas de voz), documentos, ubicaciones, contactos, gifs, así como llamadas y videollamadas con varios participantes a la vez, entre otras funciones, lo hacía a tiempo real y su mayor acierto fue la compatibilidad y fama entre los dispositivos móviles, al sustituir al SMS o también llamados mensajes de texto. Cuenta con un mercado muy fuerte actual con más de 2.000 millones de usuarios. En el año 2014 fue adquirido por Facebook, ante lo cual las directrices de la empresa tomaron otro camino.

En la actualidad, Facebook es propietaria de su propia plataforma, Whatsapp e Instagram como las más conocidas, pero a su vez cuenta con otras plataformas hijas de las anteriores y de las que es dueño como Atlas, Snaptu, FriendFeed, Branch, etc.. Todas ellas orientadas a conocer la opinión de los usuarios en diversos entornos, como la hostelería, gustos, hobbies e intereses. Ese mismo afán de recopilar información de los usuarios es lo que ha rodeado la controversia alrededor de Facebook y sus filiales.

Cada cual es responsable de su privacidad y sus datos, pero cada día soy más consciente que somos esclavos de las mejoras tecnológicas pagando el precio de ceder nuestra libertad individual de privacidad

En la fecha actual ha salido como noticia destacada la modificación de unas condiciones a poner en vigor el 8 de febrero pero que, a día de hoy, ha optado por atrasarlo al 15 de mayo, ¿Por qué ese cambio? ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué deparará el futuro? Ahora hablaremos de ello.


Las redes sociales y la mediación


Las indicadas condiciones destacaban una serie de cuestiones que fueron el motivo de la controversia. Por ejemplo, el traspaso o uso de los datos de Whatsapp a Facebook, ante lo cual, la privacidad (la cual he mencionado en más de un articulo) queda al descubierto y se convertiría en “alimento” para uso de las empresas que solicitan sus servicios de publicidad a Facebook, ante lo cual la base de datos de usuarios de Whatsapp supone un fuerte filón de negocio en ese caso, precisamente porque nos controlarían: a qué hora nos conectamos mas, de que temas hablamos, a que grupos estamos inscritos… Esos datos pasarían a las empresas y las mismas contarían con datos valiosos para su publicidad. Se intentó usar de excusa por parte de Facebook el valor de la plataforma de mensajería con un coste de 19.000 millones de dólares, alegando que deben recuperar dicho desembolso ya que no le han cobrado nada a los usuarios por el uso de la misma.

En España y Europa las condiciones de privacidad son de complicada aplicación por la reciente Ley de Protección de datos Europea, llamada RGPD, donde el consentimiento del uso de los datos se basa en 4 pilares; Libre, Especifico, Informado e Inequívoco, pero claro el usuario puede dar su consentimiento en un famoso ACEPTAR de condiciones sin leerlas y se daría luz verde a la compañía a saltarse la RGPD y sus 4 pilares anteriormente mencionados y usar las ambigüedades legales de la misma.

¿Que han optado los usuarios?

Instalarse otras aplicaciones como Telegram y Signal donde se respeta los datos y privacidad de los usuarios. Esto ha generado en pocas semanas un alud de usuarios que se han pasado a estas plataformas, siendo 25 millones de usuarios en 72 horas y más de 800.000 a Telegram y Signal respectivamente.


Las redes sociales, la principal arma terrorista durante la pandemia de COVID-19


Evidentemente toda esta situación ha generado la alarma de la compañía que gestiona Whatsapp comentando que retrasan la puesta en vigor de las condiciones al 15 de mayo.

En mi opinión el que tira de la cuerda, la tensa tanto que la puede partir, y este ha sido el caso, el problema que se enfrenta la compañía de mensajería Whatsapp no es que retrase las condiciones, sino que ha generado malestar, desconfianza y repudio entre los usuarios, que están migrando a otras aplicaciones y muchos se quedan en las mismas de forma indefinida.

Ello pondrá en peligro la hegemonía de Whatsapp ante las demás compañías de mensajería instantánea.

Además, hay un problema más con Whatsapp y que, personalmente, me preocupa y que no se ha mencionado en ningún lugar, la aplicación genera una copia de seguridad de nuestros contactos y mensajes cada día a las 3:00 horas de cada país y las imágenes y videos quedan guardados en la nube de mensajes de Whatsapp, el otro día borre una imagen de mi móvil, pero la conversación se mantenía, seleccione la acción de descargar y volvió a aparecer. Eso te deja preocupado por la ubicación de los datos, ¿Y si el servidor que guarda nuestras copias se encuentra fuera de Europa? La ley europea RGPD deja de tener validez y vigor.

Cada cual es responsable de su privacidad y sus datos, pero cada día soy más consciente que somos esclavos de las mejoras tecnológicas pagando el precio de ceder nuestra libertad individual de privacidad.

El fin de la hegemonía de whatsapp